El fiscal solicitó ayer la pena de un año de prisión, dos
años de alejamiento e incomunicación y otros dos años de
prohibición para el porte y uso de armas, para un hombre que
ocupó el banquillo de los acusados por el delito de
lesiones, relacionado con malos tratos.
Los hechos tuvieron lugar el 8 de septiembre, sobre las
cinco de la madrugada, cuando, según el imputado, “estaba
lloviendo y fui a despertar a mi esposa para que sacase la
ropa del tendedero. Y, de pronto, comenzó a insultarme”. Sin
embargo, esta argumentó que su marido la había despertado,
“dando gritos a los niños, poniendo la tele alta y dándome
una patada para tirarme a la cama”. El juicio quedó para
sentencia.
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