Lo esperábamos y así ha sido,
aunque con ligera variación, puesto que no llevan vehículo,
como en aquellos meses anteriores, y ahora lo que ha
aparecido, en algún instante de la primera de las
manifestaciones, ha sido una bicicleta con unas banderas.
Sin más.
También en esto se ponen de acuerdo con la “crisis” o con la
“recesión” del momento, pero en lo que no hay ni acuerdos,
ni recesiones, ni nada que disminuir es en el ruido, algo
que molesta no precisamente a las autoridades a las que
tendría que molestar, sino a cualquiera de los viandantes, o
a los vecinos del trayecto que hacen a diario.
No cabe duda, y eso nadie lo puede discutir, que la
situación en la que se encuentran muchos, si es que no la
totalidad de los manifestantes, puede ser angustiosa, pero
ese problema, gravísimo, por otra parte, ni tiene, ni debe
hacerse participe a los vecinos de todo ese recorrido de la
manifestación diaria.
Y luego, claro está, la demagogia, cuando alguien se atrevió
a decir “¿Y qué pasa con el ruido del stand de la Copa del
Mundo?”.
Aquí más que justificar lo injustificable, lo que han hecho
es tirar barro contra sí mismos, porque habrá que matizar
varias cosas, por un lado que ese stand lleva tres días y
mañana ya no estará, no lleva varios meses y además que en
ese stand no hay ningún tipo de ruido que moleste, ni a los
vecinos de al lado, ni a los curiosos que se colocan cerca
de la Copa del Mundo para contemplarla de cerca, como hecho
único, que no volverán a poder tener la oportunidad de
hacer.
Y a la hora de hacer las mediciones, el sonómetro que
utiliza ahora la Policía dio positivo, al haber usado los
manifestantes tambores durante su marcha .
El sonómetro utilizado llegó a marcar los 100 decibelios,
cando el límite hasta las once de la noche es de tan sólo
86.
Han sido dos meses, algo más, de silencio y en este tiempo
la solución no ha llegado para ellos, es más, en este tiempo
es posible que personas que antes no iba a la manifestación
hayan perdido su puesto de trabajo y ahora sí que irán.
Los sindicatos, aquí especialmente CCOO, en lo único que
actúan es en mover al personal, pero no hacen tanta presión
en las altas esferas, Gobierno especialmente, sino que ahí
están con el doble juego, porque “de esa ubre sale bastante
leche para amamantar y bien, al propio sindicato”.
A decir verdad, a los sindicatos hoy, lo único que les queda
es recoger lo que puedan del Gobierno, porque en lo demás
ahí quedó clara la situación el pasado día 29.
Yo sí creo a las personas que van a la manifestación y
dicen:”lo único que queremos es trabajo, porque la situación
se está volviendo insostenible”.
Eso es lo único cierto de todo este movimiento. Y en lo que
no sé si se está actuando correctamente es en permitir que
el centro de Ceuta, desde hace casi un año, se haya
convertido en un manifestódromo, con lo que eso conlleva
para el ritmo de la ciudad y para su propia imagen. Eso hay
que corregirlo.
Y sobre la frase que se ha repetido varias veces de que. “La
ciudad no ha cumplido”, habrá que preguntarle al que más
manda en CCOO en Ceuta, hasta donde puede llegar la Ciudad y
hasta donde llegó, en aquella época en la que él tuvo arte y
parte en las riendas de Ceuta. De esto, afortunadamente, ya
hace muchos años.
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