La página web de este periódico
–dirección: www.elpueblodeceuta.com- ha sido inhabilitada.
Secuestrada. Puesta fuera de concurso. Infectada, con
advertencias malignas (“si visitas este sitio web, tu equipo
puede resultar dañado”). Los invasores, hijos de putas
integrales, reciben, por lo que he oído y leído, el nombre
de ‘hacker’. Y dicen que los hay buenos y malos. Los malos,
me dice alguien que cree saber del asunto, son llamados ‘crackers’.
En cuanto me percaté de que nuestra página web estaba siendo
saboteada, asaltada con alevosía y premeditación, se me
vinieron a la memoria varios nombres propios de esta ciudad.
Nombres de personas que son capaces de cometer tamaña
tropelía y muchas otras más, debido a que viven sometidas a
la tiranía de una envidia causada por los éxitos del vecino
del quinto.
El vecino del quinto es alto y ellos –quienes son capaces de
cometer tropelías- están convencidos de que éste los mira
desde las alturas con desprecio. Nada más lejos de la
realidad. El vecino del quinto es tan buen empresario que en
tiempos difíciles se atreve a ampliar su empresa propiciando
empleo. El vecino del quinto goza cada día de mayor
prestigio social. Y se distingue por cumplir sus
compromisos, aunque hayan sido rubricados con el tradicional
apretón de mano.
Cuánto disfrutaría yo escribiendo los nombres de los que,
presuntamente, han encargado a un ‘hacker’ o quizá a un ‘cracker’,
que hiciera trizas la página web –dirección
www.elpuebloceuta.es-. Qué gozada sería poder nominar aquí,
en negritas, los nombres y apellidos de los tales que han
actuado de manera perversa y cobarde. Para que los lectores
supieran a qué atenerse en esta ciudad. Pero habrá que
esperar a que la Policía, especialista en tales menesteres
informáticos, descubra al sujeto. Y que éste decida
cantar... No queda otro remedio.
Mientras tantos, los tales seguirán urdiendo maldades.
Comidos por los celos, por las envidias y por los odios;
sentimientos que les están causando lo que es conocido en
medicina por toxicosis aguda. Tóxico que cualquier día puede
aparecer con ribetes de infección. Tanta infección como
ellos, los tales, han ordenado que padezca la página web de
este periódico. Dirección: www.elpueblodeceuta.com.
Los tales suelen reunirse muy a menudo para conspirar. Unas
veces contra los poderes establecidos; otras contra personas
que nos le bailan el agua; y las más contra el vecino del
quinto, cuya presencia les hace sufrir lo indecible.
El vecino del quinto es envidiado por muchas e innumerables
razones. La primera es que ha llegado a cumplir sesenta
espectaculares años. Y los tales, cuando cavilan al
respecto, se sienten disminuidos en todos los aspectos.
Los tales, desde que el sorteo emparejó al Barcelona con la
ADC, están sometidos a un ataque de envidia que puede
desembocar en una cardiopatía. Y ya no digamos nada si el
primer equipo local es capaz de jugar la promoción de
ascenso.
De momento, los hijos de putas que han saboteado la página www.elpueblodeceuta.com han conseguido poca cosa. Ya que
estamos funcionando por medio de www.elpueblodeceuta.com. Y,
además, sabemos quienes son los tales: unos desgraciados.
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