Hace aproximadamente cinco meses que el Consejo de
Hermandades y Cofradías de Ceuta hizo entrega de una ayuda
económica de 7.000 euros a Manos Unidas para proyectos que
esta ONG tiene en Haití después del terremoto que asoló el
país el pasado 12 de enero. La ayuda ha servido para
contruir aulas provisionales para los niños.
Hace aproximadamente cinco meses que el Consejo de
Hermandades y Cofradías de Ceuta hizo entrega de una ayuda
económica de 7.000 euros a Manos Unidas para proyectos que
esta ONG tiene en Haití después del terremoto que asoló el
país el pasado 12 de enero.
Hoy, después de este tiempo el Consejo de Hermandades ha
recibido información del estado del proyecto para constatar
que la ayuda mandada ha sido bien empleada.
Frente la situación de emergencia creada por el terremoto,
Cáritas de Jacmel solicitó el apoyo de Manos Unidas para
llevar adelante un proyecto que contribuyese a paliar sus
efectos entre la población damnificada, ya anteriormente muy
marginada; específicamente se pretendía reactivar las
acciones educativas en 11 escuelas, con un total de 6.910
niños de Primaria y Secundaria. El proyecto contemplaba la
construcción de 173 aulas provisionales y su equipamiento, y
la dotación de útiles escolares y escolarización de los
niños, y su atención psicosocial.
Los fondos solicitados (716.747 euros) se han destinado a la
construcción de aulas provisionales, y su equipamiento,
dotación de útiles, gastos de escolarización y atención
psicosocial a los alumnos.
El proyecto, de alguna manera, se insertaba en el esfuerzo
del Estado y la sociedad haitianos, y de la cooperación
internacional, por paliar los efectos del fenómeno natural
que afectó a la población. Se inserta también en un plan de
emergencia coordinado por la contraparte con organizaciones
sociales, parroquiales y de base.
El proyecto fue aprobado en abril de 2010, para ser iniciado
en mayo, con una duración de cuatro meses. Caritas de Jacmel
solicitó posteriormente una ampliación del período de
ejecución (dos meses más), motivado por las dificultades
propias de una situación de emergencia y precariedad, que
impiden ejecutar el proyecto en el tiempo inicialmente
estimado.
De acuerdo a los informes enviados por la contraparte, hasta
finales de septiembre el proyecto tenía un grado de
ejecución del 70%. En dicho informe se destacan las
realizaciones siguientes: La realización de 16 sesiones de
formación, de tres días de duración, sobre el trauma y la
educación post-seísmo para los directores y profesores, con
asistencia de 295 de éstos; El acompañamiento psicosocial a
3.172 alumnos, con la organización de 16 actividades
culturales en los establecimientos escolares y de 20
actividades lúdicas (excursiones); La construcción de un
total de 100 aulas provisionales, de 32 metros cuadrados, en
10 escuelas; La provisión de materiales y equipos a 12
escuelas, con pago de las matrículas escolares y dotación de
juegos de materiales y útiles escolares a 6.790 alumnos.
Además, más allá de la ejecución y de las metas logradas, la
contraparte valora otros logros como el hecho del
funcionamiento de las escuelas en una situación tan adversa,
que les permitió terminar el curso con cierta normalidad y
proporcionar una educación adecuada al contexto
post-terremoto.
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