Estos días se está cumpliendo el quinto aniversario de las
avalanchas de inmigrantes que hicieron rodar por todo el
mundo la imagen de cientos de subsaharianos intentando
saltar a la vez la valla que separa España de Marruecos en
el Norte de África. Aquel fenómeno situó a Melilla en el
mapa, e hizo reaccionar al Gobierno blindando la alambrada
con la instalación de la sirga tridimensional, un laberinto
de cables de acero situado entre las dos vallas que,
paralelamente, duplicaron su altura para pasar de tres a
seis metros.
Desde entonces, el Ejecutivo ha mantenido siempre que el
perímetro fronterizo había quedado impermeabilizado contra
los intentos de entrada. Hasta este mes, en que varios
grupos de subsaharianos han intentado saltarlo. Nueve han
conseguido el objetivo.
Fuentes fidedignas de ambos lados de la frontera han
confirmado a MELILLA HOY que en los últimos siete días se
han registrado varios intentos de entrada en distintos
puntos del perímetro fronterizo.
En concreto, el pasado domingo se produjo una intentona en
las inmediaciones del puesto fronterizo de Barrio Chino, en
la que consiguieron pasar a Melilla dos subsaharianos. Tal y
como avanzó este Diario en su edición del lunes pasado, el
salto tuvo lugar a primera hora de la mañana, y en él
resultaron heridos los dos inmigrantes, uno con contusiones
y el otro, con una fractura en el pie.
Al día siguiente, el lunes por la noche, hubo otro intento
en torno a las 21,30 horas, esta vez por el puesto
fronterizo de Mariguari. Un grupo de siete inmigrantes
protagonizó el salto, que al final no dio el resultado que
esperaban, ya que no consiguieron atravesar la alambrada.
El último salto del que ha tenido constancia MELILLA HOY se
produjo el miércoles, cuando dos sin papeles intentaron
saltar por las inmediaciones del Cerro de Palma Santa, en la
zona de la valla que hay junto a la pequeña carretera que
sube desde el puesto fronterizo de Farhana. Ninguno de ellos
consiguió poner un pie en tierra melillense en este intento,
que se registró en torno a las 3,30 horas.
Prácticamente en ese mismo instante, de manera simultánea,
otro grupo de inmigrantes fue detectado a bordo de una
patera en la zona de Aguadú, aunque al final tampoco
lograron acceder a Melilla porque una patrullera marroquí se
hizo cargo de ellos, a pesar de que dos de los inmigrantes
saltaron al agua con el objetivo de alcanzar la orilla a
nado.
Todos estos intentos de entrada por el perímetro fronterizo
se completan con el que tuvo lugar el 30 de septiembre a
primera hora de la mañana, cuando siete inmigrantes
subsaharianos, al parecer todos originarios de Camerún,
consiguieron entrar saltando la valla por la frontera de
Barrio Chino ayudándose de un tablón de madera y una farola
por la que se deslizaron.
Pequeños grupos
La diferencia de estos intentos respecto a las avalanchas de
octubre de 2005 está en que ahora, los grupos que
protagonizan los saltos son muy reducidos, de no más de diez
inmigrantes. Hace cinco años, por el contrario, eran cientos
los que cada noche asaltaban la doble valla equipados de
escaleras de madera que construían con ramas de árboles en
el Monte Gurugú.
Las mismas fuentes, a las que se unen otras próximas al CETI
de Melilla, han apuntado la existencia de bolsas de
inmigrantes “bastante numerosas”, lo que confirma el aumento
de la presión migratoria que sufre la ciudad desde hace dos
meses, si bien señalan también que desde hace unas dos
semanas, Marruecos ha endurecido la vigilancia para evitar
asaltos a la frontera.
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