La AD Ceuta pagó muy caro en la tacita de plata la falta de
pegada. Los ceutíes por fin jugaron una buena primera parte
en la que marcaron el ritmo, ‘vivieron’ muy tranquilos en
defensa y llegaron con mucho peligro a la meta de Álvaro
Campos. Modeste (una pesadilla para Diego Reyes) y Berrocal
por dos veces gozaron de excelentes oportunidades. El equipo
de Joao de Deus mandó sobre el terreno de juego ante un
Cádiz impotente, que sufre mucho sin el balón. En el
descanso los cadistas se llevaron una sonora pitada porque
en el Carranza no están acostumbrados a ver a su equipo
correr detrás de la pelota y encima llueve sobre mojado. La
AD Ceuta pudo dejar el partido muy encarrilado porque
imagínense el Carranza con un 0-2 en el marcador. Pero faltó
‘instinto asesino’ y una pizca de suerte en el derechazo de
Modeste al palo. En la segunda parte el Cádiz mejoró algo y
el partido no tuvo dominador claro. De Deus metió a Torres y
Guzmán para tener más peso en ataque. Vidakovic también
movió sus piezas con Hugo y Pachón. El ex del Rayo,
criticado por el serbio por su bajo rendimiento, aprovechó
un error defensivo para conectar un certero disparo desde la
frontal que batió a Nauzet. Los blancos, con diez desde el
74’ por la expulsión de Sandro, habían dado un paso atrás,
aunque el gol no reflejó lo sucedido en el coliseum
gaditano.
Lo peor estaba por llegar con las expulsiones de Cañas y
Mansilla producto de la impotencia caballa y de la facilidad
de Arcediano Monescillo para mostrar cartulinas. El Ceuta no
mereció perder, pero en el fútbol mandan los goles.
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