Las lámparas de bajo consumo se componen de mercurio, capaz
de producir jaqueca, desorientación, desequilibrios o
alergias si se esparce con la rotura de la bombilla. El
médico ceutí Rafael Lavers se ha hecho eco de la alerta del
Ministerio de Sanidad británico, aunque la Consejería no
actuará hasta que no haya directrices del Gobierno español.
El médico ceutí de Atención Primaria Rafael Lavers se ha
hecho eco de la alerta lanzada por el Ministerio de Sanidad
británico acerca de los riesgos de las lámparas de bajo
consumo.
Este tipo de lámparas también llamadas de ahorro de energía,
en caso de romperse, exponen a los usuarios a un serio
peligro, según explica Lavers. Tanto, que todo el mundo
deberá salir de esa habitación por lo menos durante quince
minutos y evitar pisar los vidrios rotos. El peligro está en
su contenido.
Las lámparas de bajo consumo están compuestas de mercurio,
que es venenoso y causa jaqueca, desorientación,
desequilibrios y diferentes problemas de salud cuando es
inhalado. Además, a muchas personas con alergias les causa
problemas de piel y otras dolencias graves tocando apenas
esta substancia o bien al inhalarla.
Además, el Ministerio británico aconseja no limpiar los
restos de la lámpara rota con la aspiradora, ya que
diseminaría la contaminación para otros lugares de la casa
en cuanto se usara nuevamente la misma.
Las lámparas deberán limpiarse por medio de escoba común y
ser mantenidas en una bolsa sellada, y arrojada luego fuera
de la casa en el recipiente para residuos peligrosos, usando
guantes de goma para protegerse del contacto con los vidrios
y el mercurio. El mercurio es más venenoso que el plomo o el
arsénico.
La Consejería de Sanidad ceutí apuntó que no actuaría
mientras no existieran directrices específicas del
Ministerio español.
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