Sin sala de estar, a desayunar al pasillo. Así de drástica
es la medida a la que se han visto abocados los celadores
del Hospital Universitario después de casi un año batallando
para disponer de un estancia de descanso. El conflicto se ha
convertido en un símbolo de las condiciones de trabajo de
esta categoría profesional.
El conflicto de los celadores en el nuevo hospital en
relación a sus condiciones de trabajo, ejemplificadas en el
hecho de que lleven un año sin una sala de estar donde
desayunar y descansar, está llegando a un punto insostenible
para esta plantilla de trabajadores, de manera que han
terminado por poner la mesa del desayuno en el pasillo y
sentarse en el suelo para tomarlo en señal de protesta.
El delegado sindical de USO, Javier Montero, explicó que
después de meses de lucha por conseguir un espacio de
descanso la dirección les acondicionó uno en la planta menos
uno del hospital, junto a los locales de los respectivos
sindicatos.
Sin embargo, continuó relatando Montero, cuando fueron a
hacer uso de él se lo encontraron cerrado y fueron
informados de que la estancia sólo estaría abierta desde las
10.30 a las 12.30 horas para desayunar. Ello impide su uso a
todos los turnos y en todos los momentos que se precisen.
Por eso la plantilla de celadores exige un estar que esté
disponible las veinticuatro horas del día.
Así se lo hicieron saber a la Dirección Gerencia y la
Subdirectora de Gestión pero, según prosiguió exponiendo el
delegado sindical de USO, desde allí se les invitó a
desayunar y descansar en planta. “El problema es que nunca
estamos en la misma planta y no podemos coordinarnos con el
resto del personal de la misma para organizar los
desayunos”, argumentó Montero. “El gerente insiste en que es
mejor así para que nos integremos todo el mundo. No se baja
del burro, pero resulta poco operativo”, añadió.
De esta manera, los celadores han terminado desayunando en
el pasillo de la planta menos uno del nuevo centro
hospitalario. El delegado de USO apuntó que había puesto en
conocimiento de la situación a la presidenta de la junta de
personal del Ingesa, Elisabeth Muñoz, con el objetivo de que
la unión sindical sea capaz de atajar el problema de una vez
por todas.
En su día, el la dirección del Ingesa apuntó que los
celadores tenían hasta 30 estancias en el hospital donde
estar, desayunar y descansar. Una realidad que los celadores
consideran incierta. “Están las distintas salas de estar de
cada servicio, las de la cocina, las de las enfermera de
cada planta... pero no existe ninguna para la plantilla de
celadores”, terminó Montero.
|