Es como están muchos de los
indocumentados que, o no quieren, o no pueden estar en el
CETI.
Esta “libertad” con la que andan sin orden, ni control
algunos, trae, además de problemas a los propios
indocumentados, otros muchos problemas más para la sociedad,
que en casos de complicaciones, aunque sólo sea por cuestión
humanitaria hay que abordar, a veces, en situaciones límite.
Y el último caso concreto de lo que estoy exponiendo lo
acabamos de tener con un argelino, al que hubo que ingresar
en el Hospital, tras haberle estallado una pequeña bombona.
Accidentes de este tipo no es extraño que ocurran, lo
verdaderamente extraño es que no ocurran con más frecuencia,
porque habría que saber de donde había sacado esa bombona,
en qué condiciones estaba y qué es lo que iba a hacer en
aquel momento en el que le estalló. Muchas incógnitas que
habría que resolver cuanto antes.
Y es que aquí nos quedamos con preguntas, con muchas
preguntas en el aire, como al aire o casi así están las 24
horas del día algunos de esos indocumentados de los que no
creo que haya muchos datos claros y concretos en los
organismos oficiales.
No me gusta el descontrol, lo he dicho en multitud de
ocasiones y me aterra que por ese descontrol se puedan
llegar a correr riesgos en las propias vidas de más de uno
de los que aquí en Ceuta o en sus inmediaciones están
descontrolados.
Veo en la prensa, pues, que un argelino ingresó, hace muy
pocos días, en el Hospital, tras haberle estallado esa
pequeña bombona y que este indocumentado sufre quemaduras de
segundo grado en la mitad de su cuerpo, aunque los médicos
consideran que su vida no corre peligro. Mejor así.
Algo bueno tenía que haber en un accidente de este tipo,
pero eso es tan poco que las lamentaciones no bastan, por lo
que en vez de actuar con palabras habrá que ir a los hechos
directamente.
Es de donde hay que partir, porque en caso de una desgracia
mayor, en casos de estos, por no verter, no se vertería ni
una lágrima, recordando al infortunado que sufrió el
accidente.
Si seguimos con la prensa, parece que de las propias
manifestaciones del argelino se sabe que le estalló la
bombona de camping-gas que estaba manipulando.
A él, ya vemos lo que le ha sucedido, incluso menos de lo
que le podría haber pasado, pero es que todo esto trae otros
problemas colaterales como es el incendio que se originó, en
las inmediaciones del CETI, incendio que, en este caso, pudo
ser sofocado de inmediato.
Y volvemos a lo de antes.¿Qué control hay sobre todas estas
personas que habitan, a su aire, en nuestra ciudad?.
Por mucho que se nos diga que son casos aislados, ya va
siendo hora de sacar la cabeza de debajo del ala y ver que
no son tan aislados, porque sí aquí es una bombona que
estalla, en el otro lado son unos “desertores” que prefieren
vivir por sí solos y más dentro, en el CETI, los problemas
que se han dado y se podrán repetir, en cualquier momento,
entre grupos enfrentados.
Durante todos estos días estamos viviendo unos momentos
gloriosos, deportivamente hablando, con la llegada a Ceuta
de la Copa del Mundo, además de con esa ilusión que hay por
el encuentro Ceuta-Barcelona del día 27. Esto es Ceuta, no
me cabe ninguna duda, pero no es toda Ceuta, porque hay la
otra cara de la moneda que aunque se intente “tapar” aflora
en muchas de sus acciones, y esa Ceuta hay que controlarla
más.
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