La irrupción de la coalición
“Caballas” en el panorama político ceutí significó el
regreso de la polémica, del enfrentamiento provocado, de la
segregación, de la hipocresía y del olvido intencionado de
algunas de las decisiones políticas más desafortunadas para
los intereses de esta ciudad en nuestra historia
democrática, a la actualidad informativa local. Las últimas
intervenciones públicas de sus portavoces así lo atestiguan
cuando, todos pensábamos que estas aptitudes habían sido
erradicadas de la política local desde el mismo momento en
el que los ceutíes decidieron retirar su apoyo definitivo al
socio de Mohamed Alí en la coalición mencionada desde las
elecciones autonómicas de 1999.
Resulta insólito comprobar como esta coalición denuncia la
compra de una obra de arte por parte del área de museos,
dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Mujer,
que se incorporará al patrimonio cultural de la ciudad, por
un importe de 37.000€ en una situación de crisis como la
actual pero sin embargo, evitan pronunciarse respecto a la
aprobación por parte del Gobierno de la nación de una
subvención por un importe cercano a los 56.700€ a favor de
una asociación marroquí denominada “Centro marroquí para la
Memoria Común y el Porvenir”. Asociación organizadora, en
las últimas semanas de un seminario en la ciudad de Rabat,
que reunió a altas personalidades marroquíes, ex ministros
incluidos, donde se perfiló la nueva estrategia para
conseguir el objetivo final, las ciudades de Ceuta y
Melilla.
Debo señalar, que dicha asociación es reconocida por el
activismo marroquí por su lucha constante en la recuperación
de la soberanía de estas ciudades. Sus integrantes han
participado activamente en los actos de protesta celebrados
recientemente en el perímetro fronterizo que separa la
ciudad hermana de Melilla de Marruecos. Activistas que han
reunido en el seminario mencionado a un importante grupo de
personalidades políticas, jurídicas y académicas, que
llegaron a la conclusión final de cambiar la estrategia
utilizada hasta el momento. A partir de ahora, el objetivo
será estrangular económicamente a las ciudades hermanas a
través de la creación de un importante polo industrial y
económico en la zona fronteriza con ambas, obligando la
marcha de sus habitantes por cuestiones obvias.
En definitiva, una vez más, los portavoces de la coalición
“Caballas” demuestran abiertamente su hipocresía al
denunciar exclusivamente la decisión para ellos
“insolidaria” del Ejecutivo local pero, sin embargo guardan
silencio absoluto ante una decisión que beneficia
económicamente a una asociación marroquí, que reivindica la
soberanía sobre las dos ciudades autónomas. Los verdaderos
caballas, ceutíes de nacimiento o adopción, de todas las
religiones, de todas las culturas enraizadas en nuestros 19
km2 deberíamos exigir a nuestros representantes políticos
coherencia en todas sus actuaciones, atajando de una vez por
todas aptitudes como las demostradas desde su creación por
los máximos dirigentes de la coalición “Caballas”.
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