El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
calculó ayer que el problema de la carestía del avión se
resolvería con una inversión pública anual de unos ocho
millones de euros. Con este dinero, según dijo, sería
posible que los billetes de avión tuvieran un precio de 30
euros por trayecto para todos los viajeros, tanto residentes
como no residentes. Imbroda hizo este cálculo partiendo del
hecho de que la Ciudad Autónoma ha conseguido que el 22 por
ciento de las plazas diarias de la línea Málaga-Melilla
cuesten 30 euros gracias a una inversión pública municipal
de 2,5 millones de euros anuales en un concurso público de
publicidad turística en aeronaves.
Según Imbroda, esto tiene que provocar que el Gobierno
central, competente en materia de transportes, “se mueva” en
busca de una solución definitiva para un problema que afecta
a las comunicaciones entre Melilla y el resto del territorio
nacional, y también al desarrollo del turismo como una
alternativa económica para la ciudad.
También salió al paso de las últimas declaraciones del
delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, al recordar las
dificultades que hay para encontrar una solución compatible
con la legislación de la UE.
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