No ha tenido el esplendor que
debiera la fiesta de San Daniel, en Ceuta, este año, por
culpa de la lluvia que fastidió el largo puente a muchos
españoles y más de una fiesta, en toda nuestra geografía,
entre ellas ésta.
Las bendiciones y la procesión cerraban, el domingo, las
fiestas del santo, que por el mal tiempo y porque cada año
parece que tiene menos “clientela” pasa desapercibida para
muchos ceutíes. En esta ocasión, especialmente.
El domingo, tras la celebración de la Solemne Misa, la
procesión recorrió las calles de costumbre, aunque había tan
poca confianza en que el agua dejara terminar todo bien que,
el recorrido fue más rápido que otras veces.
Los organizadores de esta fiesta que, todo hay que decirlo,
se entregan totalmente para que las cosas salgan bien, se
encontraron con que el sábado no se disputó la carrera
ciclista que se había programado ¿Por culpa del mal tiempo?.
Me parece que no.
Todo lo demás, lo que se celebra bajo techo se pudo
organizar y se pudo celebrar como se había pensado. En honor
a la verdad, hay que decir que San Daniel en este sentido
estuvo colaborador, pero en lo que va a la “intemperie” tan
sólo colaboró a ratos, y eso es lo que desluce el trabajo
invertido.
Tras la procesión y con el cielo, a intervalos, amenazando
“agua” se pudo clausurar, el domingo, todo el ciclo de
actividades que para el fin de semana había organizado la
Cofradía en honor de este santo de gran devoción en Ceuta,
aunque por una parte, no por todos, los ceutíes.
Y no deja de ser llamativo que una fiesta “tan frente al
público”, en la que hay regalos y chucherías para los
pequeños, en la que hay “bendición” de animales e incluso
una degustación de paella, para todo aquel que quiera
acudir, no tenga el “tirón” que tienen otros festejos,
posiblemente, más paganos pero, cada año, con más
concurrencia.
En estas fiestas que, raro es el año que no coinciden con
los primeros chaparrones, tras el verano, hay algo para
todos y para cada uno de los gustos, tanto mirando a lo
religioso, como a lo, simplemente, popular.
Ahí está esa competición ciclista “borrada” este año, no
sabemos por qué, del asfalto pero no de la organización de
las fiestas, ahí están las entregas de trofeos de diversas
competiciones como fútbol sala o natación y ahí está esa
paella, aunque sea bajo la lluvia.
Particularmente creo que todo esto debiera tener más
publicidad, posiblemente, más concurrencia, en vez de ser
“casi ninguneada” por ciertos sectores, pero apoyada, en
todo momento, es cierto, por los seguidores de siempre y
algunos más.
Por esta vez y lo repito, el poco buen tiempo puede servir
de excusa para no haber sido más concurrida la fiesta,
además de por el hecho de coincidir con un largo puente que
“tiró” de muchos ceutíes hacia el otro lado del estrecho, y
eso que hace poco que han terminado las vacaciones que, en
la mayor parte de los casos, seguramente, se pasaron fuera
de Ceuta.
Una fiesta más, dentro del calendario de Ceuta, pero que ha
pasado como “la gran desconocida”, algo que no merecía el
afán por hacer las cosas bien, en todos los que componen la
organización.
La lluvia fue “algo culpable”, pero ..., otros también.
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