La empresa municipal de Medio Ambiente, Obimasa, comenzará
este mismo mes los trabajos de tratamiento selvícola para la
prevención de incendios en los montes de Ceuta, lo que
implica desde erradicación de especies muertas hasta
desbroces, eliminación de arboleda seca, disminución de la
densidad arbolada en determinadas zonas o la repoblación de
algunas áreas que han perdido toda su floresta.
Acaba de terminar la temporada de incendios con un balance
francamente favorable y los técnicos de la empresa municipal
de medio ambiente, Obimasa, ya se preparan para iniciar los
trabajos de tratamiento selvícola en los montes de Ceuta.
Según explicó el biólogo de Obimasa José Luis Ruiz, dichas
labores tienen el objetivo de preparar el bosque durante el
invierno y la primavera para la prevención de los incendios
veraniegos.
El tratamiento selvícola implica labores tan dispares como
la erradicación de especies muertas, los desbroces
selectivos en determinadas franjas, la eliminación de la
arboleda seca o la creación de claras también de forma
selectiva, de manera que se elimine la excesiva densidad en
determinadas zonas arboladas que puedan resultar un foco de
primera magnitud en la propagación de posibles incendios
durante la temporada estival.
Los trabajos se llevarán a cabo principalmente en las zonas
de mayor acceso, sobre todo pistas forestales situadas junto
a carreteras.
Repoblaciones
Sin embargo, además de los trabajos de desbroce, eliminación
de especies muertas y disminución de la densidad arbolada,
Obimasa también tiene pendiente otros trabajos dirigidos en
la dirección contraria, es decir, de revegetación,
repoblación y densificación de la vegetación en zonas de
aires, es decir, donde ha desaparecido la floresta como
consecuencia de factores diversos.
Sin embargo, la labor más inminente de los técnicos de
Obimasa es preparar la vigilancia de monte para el 1 de
noviembre, cuando centenares de ceutíes se lanzarán a él
para celebrar el Día de la Mochila con sus habituales
actividades de senderismo.
Otro cometido que tiene pendiente Obimasa para este invierno
es el control de plagas. Muy particularmente, de la oruga
procesionaria que tan vorazmente suele atacar a los pinos.
Esta labor se llevará a cabo entre los meses de diciembre y
enero con la destrucción de las bolsas de nidos de este
lepidóptero.
Lo cierto es que la mayoría de estos trabajos de tratamiento
selvícola de los montes ceutíes les permiten estar en
condiciones para soportar mejor las altas temperaturas que
suelen padecerse en verano, y que en años anteriores han
causado estragos en la ciudad autónoma y, particularmente,
entre las poblaciones que viven más cerca de las superficies
arboladas.
|