La Plaza de las Culturas acogió el desarrollo del acto de
entrega de la nueva bandera de la ULOG 24 de manos de su
madrina, la consejera de Bienestar Social, Mª Antonia
Garbín. Autoridades civiles y militares y un destacado
número de melillenses arroparon el desarrollo de un acto
lleno de simbolismo y sentimientos, en especial cuando
Garbín recordó con cariño a su hermano Juan, miembro de la
Compañía de Mar fallecido en acto de servicio en 1997. La
consejera manifestó que pertenecer al Ejército implica
“devoción, lealtad, entrega, disciplina y honor, sacrificio,
compañerismo y estar siempre dispuesto a marchar donde la
necesidad del servicio lo exija”.
En la céntrica Plaza de las Culturas, con las magníficas
murallas de Melilla la Vieja como decorado desde la que
colgaban varios estandartes con la bandera nacional, la
Comandancia General celebró el veinte aniversario de la
concesión de la enseña nacional a la ULOG 24.
Además de autoridades civiles y militares, un importante
número de melillenses se sumó al acto, algunos incluso con
banderines con colores rojigualdos.
A las doce en punto, una vez se produjo la incorporación de
la bandera a las fuerzas en formación al mando del teniente
coronel Ignacio Salmerón Pérez, y con la llegada de las
autoridades de la ciudad, caso del presidente Imbroda, el
comandante general, César Muro y el delegado del Gobierno,
Gregorio Escobar, se inició el acto.
con el paso de revista de las fuerzas presentes, labor que
realizó el coronel jefe de la ULOG 24, Federico Bordas. En
la ceremonia se contó también con la presencia del teniente
general Muñoz Manero, quien fuera comandante general de
Melilla (1995-1997).
Nueva enseña
El objetivo del acto no era otro que despedir a la que
durante veinte años ha sido la enseñan nacional de la Unidad
de Apoyo Logístico 24 y recibir la nueva que lucirá a partir
de ahora, tras las adaptaciones orgánicas, de la nueva
Agrupación de Apoyo Logístico 24. El amadrinamiento de la
nueva bandera corrió a cargo de la consejera de Bienestar
Social y Sanidad, Mª Antonia Garbín.
La madrina, agradeció esta oportunidad para “renovar mi
compromiso con el Ejército de España, un compromiso sincero
y firme que habla de una experiencia de vida”. No en vano,
es esposa y descendiente de militares, y mantiene vivo el
recuerdo de su hermano Juan, integrante de la Compañía de
Mar, fallecido en acto de servicio en Alhucemas, en 1997.
“Juan murió como quiso vivir, y como reza el himno ‘la
muerte no es el final’, hoy estará aquí junto a quienes
dieron su vida por el Ejército y España”.
Garbín aseguró que pertenecer a las Fuerzas Armadas es mucho
más que una profesión, sino que implica “devoción, lealtad,
entrega, disciplina y honor, sacrificio, compañerismo y
estar siempre dispuesto a marchar donde la necesidad del
servicio lo exija”. Manifestó que cuantas unidades y
personas forman parte de la ULOG 24 son herederos “de la
historia militar” de nuestro país, y a todos les une “el
servicio al Ejército y a España, llevando su prestigio allá
donde vais, trascendiendo fronteras en misiones y
operaciones” en medio mundo.
Cerró su intervención manifestándole al coronel de la ULOG
que la bandera que le hacía entrega “es un conjunto de
principios firmes que, bajo la condición mayor, España, nos
obliga, protege y dignifica. Recíbala como emblema de una
trayectoria de la que la Unidad que manda es reflejo de
riqueza humana, potencial de servicio y sacrificio. La ULOG
24 aglutina todo ello, desde su aval histórico, la realidad
de su presente y su segura proyección hacia el futuro”.
Valoración
El acto castrense prosiguió con la imposición de
condecoraciones y el nombramiento de cabo de honor de la
Compañía de Mar al teniente general Evaristo Muñoz Manero y
al general de División Cesar Muro Benayas. Hizo entrega de
las distinciones el capitán jefe de la Compañía de Mar
Francisco Correa. Seguidamente tomó la palabra el coronel de
la ULOG 24, Federico Bordas Martínez, quien agradeció a las
autoridades las facilidades dadas tanto para la concesión de
esta nueva bandera a la unidad, así como a la Ciudad
Autónoma por permitir el desarrollo del acto en la Plaza de
las Culturas. “Y mi agradecimiento especial al pueblo de
Melilla, que con su presencia nos recuerda que honrar
nuestra bandera es cosa de todos los españoles, civiles y
militares, que nos animan a cumplir día a día el juramento o
promesa que hicimos los que hoy vestimos de uniforme”.
Incluyó en su felicitación a todas las fuerzas presentes,
con especial recuerdo a la Compañía de Mar, la más antigua
del Ejército español y heredera de aquellos “40 hombres de
mar” que llegaron con Pedro de Estopiñán.
También se refirió al marco en el que se desarrollaba este
acto, la Plaza de las Culturas, un lugar “lleno de
simbolismos que define perfectamente la ciudad de Melilla
que nos acoge, con sus distintas culturas, pero con un
denominador común, el amor a España”. “Estas murallas que
abrazan nuestra formación, nos protegen y nos recuerda que
fueron muchos los que las defendieron y los que dieron su
vida porque en lo más alto de ellas ondeara siempre” la
bandera nacional, como la que ayer se sustituyó y que
“tendrá un lugar de honor en la sala histórica de la ULOG
24, y a la que han servido muchos logistas hoy fallecidos,
retirados o en la reserva, sus historiales, sus anhelos y
sacrificios han pasado a estar reescritos con tinta
indeleble en esta nueva bandera”.
Después, dirigiéndose a los soldados y marineros de la ULOG
24, les manifestó que en este día “renovamos, ante Dios,
nuestras conciencias, y ante vosotros, compañeros de armas,
el compromiso de enaltecer esta bandera con nuestro
comportamiento diario entregándonos a la misión de apoyo
logístico que tenemos encomendada, a custodiarla con amor y
reverencia, a mostrarla con orgullo en toda circunstancia, a
respetarla y hacerla respetar y a defenderla, si preciso
fuera en el cumplimiento de nuestro deber hasta dar nuestra
vida por ella”.
“A todos vosotros, miembros de la ULOG 24, una Unidad
heterogénea en su composición, con hombres y mujeres,
soldados y marineros, miembros de las armas y especialistas,
civiles y militares, una Unidad compleja en su
funcionamiento y dispar en sus misiones, os animo y exhorto
a seguir adelante, siguiendo a nuestra nueva bandera,
cumpliendo con nuestro deber con el personal y los medios
que las Fuerzas Armadas nos asignen”, indicó. Finalizó su
discurso recordando al brigada Antonio Granados de la
Compañía de Mantenimiento desplegado en Afganistán, y los
trabajadores Juan Manuel Florido y Antonio Soto, fallecidos
en este año, “ambos trabajando en la panadería militar
durante muchos años, que nos han demostrado que entre
harinas, levaduras y hornos, también se puede servir a
España”.
En el tramo final del acto militar se celebró el siempre
emotivo acto de homenaje a los caídos, recayendo en la
madrina de la nueva enseña y el coronel de la Unidad, la
misión de colocar la corona de laureles en el pertinente
monolito en recuerdo de los militares fallecidos. Después,
con la ayuda del Orfeón Melillense Padre Victoria, se
interpretó el nuevo himno de la ULOG 24, y acto seguido se
celebró el desfile con el que se cerró la mañana castrense.
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