La primera jornada hábil del curso cazador para la práctica
de la actividad cinegética se saldó ayer con decenas de
conejos y perdices en los zurrones de los aproximadamente
cuarenta aficionados que salieron a García Aldave y el Monte
Hacho (en un número limitado a 15), un tercio del total de
aficionados que tienen los permisos que expide en un 75% la
Sociedad de Cazadores, adjudicataria de la gestión del
control y disfrute de la Zona de Caza Controlada, y la
Consejería de Medio Ambiente (25%).
Los cerca de cuarenta cazadores que ayer desempolvaron
escopetas y correas para salir con sus perros a las 700
hectáreas largas de Zona Controlada que suma García Aldave y
el Monte Hacho se llevaron ayer a sus casas un buen puñado
de conejos y perdices, las dos especies más abatidas (en un
cupo limitado a dos ejemplares de los primeros y uno de las
segundas por escopeta) y dos reivindicaciones: la primera,
que es urgente tomar medidas para reducir la población local
de jabalíes, alguno de los cuales melló con sus dientes los
testículos de un can; la segunda, que si la Ciudad quiere
repetir en 2011 otro verano sin incendios forestales es
necesario tomarse el invierno en serio.
A la finca de Manuel Mesa, donde se organizó una paella de
tronío con conejo, perdiz y venado, llegaron noticias a
última hora de la tarde de dos cuadrillas que lograron
agotar su cupo. En un caso de las dos especies mencionadas y
en otro sólo de lepóridos. También se vieron muchas palomas
torcaces, lo que a juicio del presidente de la Sociedad de
Cazadores, la entidad encargada del control y disfrute de la
Zona, Antonio López, demuestra que el camino emprendido,
pese a las críticas de ‘Caza Ceuta’ y grupos ecologistas
como la SEO, es “el correcto”.
“Nosotros somos los primeros que luchamos en beneficio del
campo y la fauna, exigiendo a los guardas que controlen la
identidad y las capturas de cada cazador para que se ciña a
los cupos y la actividad cinegética sea, también en Ceuta,
sostenible”, argumenta López.
Ayer salieron al monte un tercio del centenar de aficionados
con permiso para hacerlo, ya sea por habérselo expedido la
Sociedad (que reparte el 75% del total entre sus miembros) o
la Consejería de Medio Ambiente (que distribuye el otro 25%,
aunque los primeros lamentaron que amaneciese sin tener en
su poder los datos de los facilitados por la Ciudad).
Ese documento les faculta para cazar todos los jueves,
sábados y domingos desde ayer y hasta el próximo 30 de enero
excepto el 1 de noviembre y el fin de semana anterior en
García Aldave. Para hacerlo en el Monte Hacho (un máximo de
15 escopetas) se realiza cada miércoles un sorteo en el que
todos los practicantes de esta actividad entran “en
igualdad”).
La cuadrilla de Antonio López, que sólo cobró conejos, se
topó por los andurriales cercanos a la ITV con seis
jabalíes, cuatro de ellos crías. A su juicio no cabe duda de
que “hay que llevar a cabo medidas de control de su
población porque si no será insostenible”. El Plan Técnico
de Caza de este año contempla la posibilidad de montar
aguardos nocturnos para, en función de sus resultados,
autorizar la realización de “batidas controladas”.
López también demandó a pie de monte “desbroces” inmediatos
para prevenir incendios forestales el año próximo. “Están
proliferando las zarzas y es sabio el dicho que advierte de
que los fuegos del verano se apagan el invierno anterior”,
avisó el presidente de la Sociedad, que se congratuló por la
ausencia de incidente alguno.
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