Acaba de comenzar el curso y la compañía de autobuses
urbanos ya ha sufrido los primeros ataques por parte de los
escolares en la línea que conduce al Príncipe. El último
incidente de consideración se produjo el miércoles, cuando
se desencajaron a patadas del marco cuatro cristales, uno de
los cuales cayó hecho añicos sobre un motorista.
El curso escolar ha comenzado de nuevo y con ellos las
agresiones que sufren los vehículos de la línea 8 de
autobuses urbanos que conduce al Príncipe.
El gerente de la compañía, José María Cuéllar, informó a EL
PUEBLO de que el miércoles la algarada en el interior del
vehículo fue de tal magnitud que los escolares empezaron a
patear las lunas del autobús y sacaron cuatro de ellas del
marco. La fuerza del pataleo fue tal que uno de los
cristales estalló en mil pedazos y cayeron sobre un
motorista que circulaba en esos momentos por la calle San
Daniel, por lo que a punto estuvo de ocasionar una
desgracia.
La compañía puso las pertinentes denuncias y, según siguió
informando el gerente, ya se ha identificado a cuatro
jóvenes relacionados con este incidente.
Lo peor es que parece una costumbre difícil de erradicar.
Cuéllar asegura que las peleas, los momentos de tensión y
los insultos al conductor son monedas de uso común entre los
jóvenes vándalos que actúan desde el interior de los
vehículos.
El gerente recordó que se trata en la mayoría de los casos
de personas que viajan gratuitamente porque normalmente
omiten el trámite de abonar su ticket. “Desde la compañía
nos esforzamos por mejorar el servicio que conecta con la
barriada del Príncipe y este es el pago que recibimos a
cambio”, terminó de relatar, visiblemente indignado, el
gerente de la compañía concesionaria, Hadú-Almadraba.
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