Es el producto de moda en las
últimas semanas y no precisamente por sus aportaciones
positivas, sino por el revuelo que ha levantado, en el mundo
del ciclismo y que puede haber asestado el golpe definitivo
a este deporte.
Particularmente, por aquello de no haber estado nunca metido
en el ámbito ganadero, hasta hace muy pocos años no tenía la
menor noción de lo que representaba este producto, un
producto que ciertos “engordadores” de ganado habían
utilizado para, al mismo tiempo que engordaban sus terneros,
ir engordando, un poco más la cartera.
Más de uno fue cogido en algún renuncio de esos y sigue
pagando caro su descaro y sus engaños.
Pero lo que menos podíamos pensar es que ese “producto
prohibido” iba a caer, también, en el ciclismo, ese deporte
maldito al que le cogen desde “un pequeño resfriado, hasta
la pulmonía más mortífera”.
Y la “culpa” de todo esto parece que recae en un par de
solomillos que a Alberto Contador le debieron saber a
gloria, en aquel momento, pero que ahora le puede traer la
ruina como deportista de los de verdad.
Según las filtraciones de los primeros momentos, lo que daba
era tan mínimo como para no ser ni la cuadragésima parte
menos de lo que puede estar permitido, o lo que es lo mismo,
nada, pero pronto y los “franchutos” van a la cabeza de
estas persecuciones, ha habido otra serie de medios que se
quieren sumar a la “bola de nieve” y comienzan a sacar otro
tipo de historias, como el asunto de las auto transfusiones.
Otra de indios.
Y utilizo la expresión porque ese descubrimiento de restos
de “plástico” aparecidos, parece que no está homologado con
las técnicas oficiales de los controles. Luego, hablar por
hablar.
Como siempre, el ladrón por delante de la policía. Y lo
cierto es que Contador, sin estar sancionado, está en la
picota y con él todo el ciclismo, y muy especialmente el
ciclismo español que de darse por válido este “hipotético
doping” sería el número no sé cuantos y siempre con
corredores que dicen o han dicho algo en el ciclismo: Heras,
Valverde ... y ... esperemos que esto no pase de un simple
revuelo, como revuelo fue, en su día, lo de Pedro Delgado,
curiosamente, en otro Tour.
Y visto lo visto, sin acusar, ni mucho menos, a Contador, se
necesita ser estúpidos muchos de los que andan detrás del
ciclismo para “dejarse pillar” en situaciones que en otras
partes no aparecen.
¿Tenemos, en torno al ciclismo, a los más tontos o a los más
golfos?. No debiera ser así, pero lo cierto es que, en
cuanto hay algún asunto oscuro, eso va a parar al ciclismo
y, para más INRI, al ciclismo español.
Ya va siendo hora de que el ciclismo, especialmente en la
alta competición, se haga respetar y exija un tratamiento
similar al que se da a otros deportes.
Es lo mínimo, salvo que quiera seguir siendo el ciclismo en
España, tal como lo tildaban por los años 50 en Francia, al
referirse a este deporte en nuestro país, algo así como:”la
alpargata del monaguillo”.
Francia y Estados Unidos, medios de una y otra parte,
aparecen a la cabeza de las acusaciones, los unos porque no
“rascan bola” en su Tour desde hace años y los otros para
ocultar las más que sospechosas actuaciones de Arnstrong,
por ejemplo.
|