Coincidiendo con la Fiesta de la
Hispanidad, día de la Raza, día de la Fiesta Nacional, día
Nacional de España, día de la Patria, día del Pilar, día de
Colón, o sea el 12 de octubre, Naciones Unidas suma otra
celebración más, la del día de la lengua española, bajo el
desvelo y el afán de apoyar el multilingüismo y el
multiculturalismo; puesto que, uno de los objetivos es el
mantenimiento de la igualdad de los seis idiomas oficiales:
árabe, inglés, español, chino, ruso y francés. La verdad que
se agradece esa apuesta, porque mientras la ONU pretende
crear conciencia acerca de nuestras raíces lingüísticas y
culturales, y aunque constitucionalmente también se dice
sobre el castellano que todos los españoles tienen el deber
de conocerlo y el derecho a usarlo, la realidad es bien
distinta. Por desgracia, ni la indisoluble unidad de la
patria común es lo que es, ni tampoco goza de especial
respeto y protección el castellano, que no olvidemos es la
lengua oficial del Estado, o debe serlo, y también
parecerlo.
Nos consta que la lengua española se ha afianzado como una
de las grandes lenguas de la comunicación en todo el mundo,
su riqueza cultural e histórica propician el entusiasmo por
el español, sin embargo es en el propio territorio nacional,
donde se ha politizado hasta la saciedad la cuestión,
obviando que el castellano es la única lengua oficial, por
lo que no tiene mucho sentido que en la Cámara de
representación territorial (el Senado), se opte por las
distintas modalidades lingüísticas de España, que nadie duda
que es un patrimonio cultural enriquecedor, pero que no
viene al caso cuando el Estado ha elegido el castellano como
lengua oficial.
A pesar de estos encontronazos internos, a mi manera de ver
más políticos e institucionales que de la propia ciudadanía,
el español sigue siendo una de las lenguas más habladas en
el mundo y, lo que es más importante, una lengua de
integración en Iberoamérica. Lástima que en España no suceda
lo mismo. Por otra parte, se me ocurre reflexionar al hilo
de esta festividad de la ONU, lo dignificante que sería
también que el español, tan cultivado por literatos y
artistas, se adentrase más en el mundo de la ciencia. A mi
juicio debiera ser un objetivo fundamental, el gran reto,
conseguir la palabra equivalente de la voz técnica, casi
siempre tomada del inglés, y españolizarla. No será tan
difícil cuando los científicos hispanohablantes son millares
y millares....Quizás sea asunto de trabajarlo. Un buen deber
para un gran día.
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