Ayudamos a estas personas que están acompañadas pero se
sienten solas y les traemos distracción y alegría”. Así
definían algunos de los voluntarios de los Servicios
Sociales el papel que desempeñan en muchas actividades
organizadas por la Consejería competente y, concretamente
ayer, en la actividad de dinamización del colectivo de
residentes institucionalizados de ‘Nazareth’.
Desde las cinco de la tarde y hasta la caída del sol, más de
50 mayores disfrutaron de una jornada diferente en la que el
baile, la música y el ánimo se dieron la mano. Aunque no
sólo para los residentes fue una cita especial. “Cuando uno
se va de aquí, se va pensando en que Juan, Pepa, Antonia, la
primera que me ha saludado, ha sonreído y ha pasado una
tarde agradable. Y eso es lo que nos llama a que vengamos.
Ese ratito que ellas y ellos se llevan en su cuerpo”,
comentaba Eduardo Fernández, uno de los voluntarios de
mayores. Pasodobles y coplas de la Orquesta Bohemia, a los
que se añadieron el buen humor fueron haciendo que poco a
poco más residentes se animaran y salieran a la pista de
baile. “Es una alegría compartir esos momentos que borran la
soledad, dando a estas personas unas vivencias que les hagan
pasar un rato agradable. Y además, lo disfrutamos nosotros
también. Pero lo que más me llama la atención es la
disposición de los cantantes que están ahí porque llamen a
la hora que los llamen, siempre están ahí, a pie de obra.
Señal de que es un buen voluntario”, relataba Gabriel
Delgado.
La hermana Josefina tampoco dudaba en confesar que esos 25
hombres y 27 mujeres, tras estas jornadas de festividad,
“cambian de estado de ánimo. Con estas actividades se
sienten más contentos, con mayor apoyo a pesar de que
siempre estamos con ellos”.
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