A las doce en punto de la mañana, más de una veintena de
trabajadores se concentraron a las puertas del Centro
Penitenciario Los Rosales como acto de protesta contra el
expediente iniciado a un compañero después de que la
Inspección considerase como una falta muy grave el que el
trabajador se ausentase durante un tiempo de su puesto de
trabajo, que le podría costar la suspensión de entre 3 y 6
años.
“Nunca abandonó su puesto de trabajo porque, para ello,
tendría que haber dejado la prisión. Y además se le acusa de
no cumplir con su trabajo cuando es una persona que, cuando
se le pide cualquier tipo de ayuda, siempre está dispuesto a
colaborar y ejercer sus funciones”. Con estas palabras
ejercían el representante de UGT Prisiones, Mohamed
Abdeselam, y los más de 20 funcionarios de la cárcel ceutí,
su alegato de defensa a un compañero al que la Inspección
Penitenciaria ha expedientado por una supuesta falta muy
grave que a este trabajador podría costar la suspensión de
entre 3 y 6 años.
Según explicaron ayer los manifestantes ante las puertas del
Centro Penitenciario Los Rosales, “Pablo fue a la cafetería
con unos compañeros para despedirse antes de iniciar su
periodo vacacional, ausentándose de su puesto en la Oficina
de Gestión”. Por ello, el resto de la plantilla considera
“injusto” el expediente abierto al compañero. “La
responsabilidad sobre los papeles suele ser muy grande en
una prisión. Pero la solución nunca pasa por sancionar a un
funcionario; hay que sentarse y dialogar, pero no marcar a
un trabajador de esta manera”, explicó Manuel Domínguez,
secretario general de Acción Sindical de Comisiones Obreras
(CCOO). Por su parte, desde la Agrupación de los Cuerpos de
la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), a
través de su delegado en Ceuta, Guillermo González,
quisieron insistir en que la protesta surgía de la propia
plantilla, “no hay una utilización sindical de la misma y
esperamos que entre la recogida de firmas y la
concentración, esa valoración de la inspección sea
inferior”.
Los representantes sindicales, además, confesaron que “en
los 50 años que lleva funcionando esta institución en la
ciudad nunca hemos conocido una suspensión de empleo y
sueldo de 3 a 6 años”. Incluso advirtieron que “también
desde la dirección del centro hay una voluntad para que se
incorpore y continúe sus labores como funcionario como ha
realizado estos años”.
|