Esta fecha será recordada como el
día en el que la sociedad española manifestó su repulsa a la
gestión política ejecutada en los últimos años por el
Ejecutivo presidido por José Luís Rodríguez Zapatero aunque,
también como el día en el que la inmensa mayoría de la clase
trabajadora española, rechazó categóricamente la gestión
sindical llevada a cabo por las centrales mayoritarias, UGT
y CCOO, en este mismo periodo de tiempo.
Durante meses ha ido creciendo paulatinamente el número de
desempleados, los impuestos y las tarifas abonadas por
servicios esenciales, el déficit público de las cuentas del
estado, los recortes en derechos sociales y finalmente, la
aprobación de una reforma laboral rechazada por todas las
formaciones políticas en la oposición parlamentaria
mientras, los dirigentes sindicales, Cándido Méndez y
Fernández Toxo, compartían las incoherencias de nuestros
dirigentes políticos eludiendo las responsabilidades de
quienes deberían haber velado por los intereses de los
trabajadores españoles.
El número de desempleados ha aumentado hasta alcanzar una
cifra que superaba, a principios del periodo estival, los
cuatro millones sin que se produjera reacción alguna por
parte del sindicalismo español puesto que, las subvenciones
públicas satisfacían las necesidades del progresismo
sindical a pesar, de las reivindicaciones de quienes
contemplaban desprotegidos el hundimiento de la economía
española y con ella, el final paulatino del Estado del
bienestar.
Los gobiernos españoles durante la democracia han sufrido
ocho huelgas generales, dos de ellas durante los gobiernos
de UCD, cinco en diferentes periodos durante los distintos
gobiernos socialistas y una al partido popular. No obstante,
existe una gran diferencia entre las siete primeras y la
última ya que, esta ha escenificado la connivencia entre el
Gobierno socialista presidido por José Luís Rodríguez
Zapatero y las centrales sindicales mayoritarias,
copartícipes en todas las decisiones adoptadas por quien ha
llevado al país a la peor situación socio económica de
nuestra historia democrática.
En definitiva, la Huelga General del pasado miércoles día 29
de septiembre de 2010, será recordada por las principales
hemerotecas del país, como el de la escenificación de un
doble fracaso, el del Ejecutivo responsable de nuestra
lamentable situación socio económica, contra quien se
dirigía dicha convocatoria y el de las centrales sindicales,
que lo permitieron al renunciar voluntariamente a la defensa
de los derechos de los trabajadores españoles.
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