El empate logrado por el Ceuta ante el Sevilla Atlético, el
pasado domingo en la Ciudad Deportiva del Sevilla, se logró
por el empeño y por no darse por vencidos, aun cuando a los
23 minutos de juego ya perdían por 2-0.
Luego, cuando las cosas estaban complicadas, es cuando
apareció el Ceuta que quiere la afición, que quiere el
entrenador y que queremos todos, para aspirar, de verdad, a
dejar de ser, cuanto antes, un equipo de segunda B.
Dormidos y con pijama
Es como parecía que había salido el Ceuta, en la primera
visita de esta temporada a Sevilla, para medirse al filial
de ese Sevilla que, en primera división, aspira a todo.
Y no soy el único que piensa así, posiblemente porque la
hora, once y media de la mañana, no es a la que están
acostumbrados a jugar, pero sí a entrenar, con lo que esos
despistes sirven para una vez, pero no para toda la
temporada, aunque se juegue por la mañana, que habrá, es de
suponer, alguno más que se juegue antes del medio día.
Y es que el 1-0 encajado en Sevilla por parte de la AD Ceuta
puede ser el tanto más tempranero de la temporada, ya que
llegó cuando tan sólo se habían jugado 37 minutos de
partido. Toda una “gozada”, pero para el contrario.
Media hora para olvidar
Había sido un jarro de agua fría el que había caído sobre el
Ceuta, que ni le despertaba, ni le hacía reaccionar.
Aquellos minutos iniciales nos hacían volver la vista hacia
atrás a otros momentos, ya olvidados y superados, que
terminaron en goleada.
Eso, especialmente, cuando a los 23 minutos llegó el 2-0,
que ni los más pesimistas esperaban al comienzo del
encuentro. En menos de media hora se habían encajado tantos
goles como en el resto de lo que va de temporada.
Incomprensible.
Así no se podía seguir, si es que se quería volver con
dignidad y con un resultado que no fuera de escándalo.
Y se cambió
Costó trabajo, pero cambió la decoración, posiblemente,
porque el técnico hizo los cambios que tenía que hacer en el
momento adecuado.
El Ceuta se iba encontrando a sí mismo y en el minuto 40 la
salida de Arriaga y la entrada de Modeste cambian el dibujo,
el Ceuta coge otro aire y antes del descanso, en el minuto
44, Ormazábal marca el primer tanto ceutí, estableciendo el
2-1 inmediatamente antes de irse al descanso.
Primer empate
Este 2-2, cuando iban poco más de cuatro minutos del segundo
tiempo, traía un aire de esperanza, que no se esperaba media
hora antes. En 8 minutos de juego se había pasado de un 2-0
a un esperanzador 2-2, que era como volver a empezar.
El Sevilla se mete en su campo, el Ceuta domina más, es otro
Ceuta el que ha salido del vestuario, tras el descanso, pero
no hay que fiarse de los filiales, que en un instante te la
pueden armar si te descuidas un poco y el Ceuta, tras haber
logrado el empate no se debe permitir alegrías que le
cuesten demasiado caras.
Tercer tanto del Sevilla
Otro golpe “al mentón”, cuando mejor estaba jugando el
Ceuta, pero cuando se había adelantado demasiado y un
contragolpe podía hacerle mucho daño.
Ahí estuvo Rodri que marcaba el tercero para los hispalenses
y segundo suyo, al tiempo que un gesto, no sé de qué tipo,
no le gustó al colegiado canario y mandó al anotador de este
tercer tanto al vestuario, sin haber podido terminar de
festejar su segundo tanto.
El Ceuta quedaba con superioridad numérica y con ganas de
buscar más. No podía quedarse así.
Empate definitivo
El canario Pinto Herrera no se conformaba con lo que había
hecho. Quería más y para repartir “idioteces” expulsó a Javi
Navarro, nadie sabe por qué, todavía. Posiblemente no lo
sepa ni él.
Igualados a número de jugadores, pero con ventaja sevillista
en el marcador, habrá que esperar hasta el minuto 76, cuando
Seguro clava el balón en las redes hispalenses, tras jugada
de Berrocal.
En el marcador había un 3-3, nuevo empate y aquello podía
volver a cambiar en cualquier momento.
Ocasiones hubo, por un bando y por el otro, pero el marcador
no se volvió a mover y el resultado fue justo, a tono con lo
que se dio en el campo, durante los noventa minutos.
Personalidad
Es lo que mostró el Ceuta, tras haber pecado de “pardillo”
en toda la primera parte o en gran parte de ella.
Este Ceuta da confianza, incluso cuando va perdiendo. Un 2-0
en épocas pasadas y no muy lejanas hubiera servido para
amarrar atrás y esperar que no te marcaran el siguiente.
El pasado domingo era otra cosa. El banquillo se movió,
desde pronto, el primer cambio fue en el minuto 40, el
segundo en el 16 del segundo tiempo y el tercero cinco
minutos después.
Había que tomar decisiones y se tomaron a su debido tiempo,
no se podía esperar al final, cuando ya no quedara tiempo.
Todos en un pañuelo
Es como están los seis o siete primeros y con los resultados
del domingo mucho más, aquí nadie tiene entidad para irse
solo. Cualquiera te puede hacer un “descosido” y más que
eso, por lo que una simple victoria te hace subir tres
puestos o una derrota te echa para atrás otros tres.
La competición está interesante y el Ceuta que ha venido
dando muestras de no ser conformista, en Sevilla lo fue
menos y eso le dio el empate, cuando por dos veces lo tenía
todo perdido.
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