La continua llegada de extranjeros que acceden
ilegalmente a las costas ceutíes a través de balsas e
incluso a nado, ha llevado consigo que el CETI esté
alcanzando uno de sus mayores niveles de ocupación después
de las avalanchas acontecidas en 2005. Ante esta presión
migratoria, los partidos políticos locales coinciden en
apuntar que esta problemática debe ser atajada desde el
marco internacional.
Pese a las diferentes ideologías por las que cada uno aboga, los partidos
políticos de Ceuta coinciden en dos hechos comunes en
materia de inmigración. Y es que la presión migratoria debe
ser tratada desde el marco internacional y las
repatriaciones serían la vía de escape ante el importante
incremento de extranjeros que están llegando a las costas
ceutíes ilegalmente.
En tan sólo los meses de verano, y hasta la fecha actual, el
Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) está
experimentando un fuerte incremento en sus niveles de
ocupación, sin alcanzar, de momento, la población que se
situó en torno a los 700 inmigrantes tras las avalanchas en
Ceuta y Melilla en aquel 2005. Sin embargo, las cifras ya
casi alcanzan los 500 residentes cuando, tal y como advertía
su director, Carlos Bergoenchea, la población total del
centro cumple su cupo en los 490 al tratarse de núcleos
familiares. “Es un problema de gran magnitud que supera la
competencia de la Ciudad incluso a nivel nacional”,
diagnosticó el secretario general del Partido Popular (PP)
en Ceuta, Juan Manuel Doncel.
De igual modo, el líder del grupo socialista en la ciudad,
José Antonio Carracao, admitió la necesidad de analizar los
efectos de esta “llamada” a la inmigración, apostando por la
“colaboración, la inversión y el desarrollo de los países
emisores como única solución para acabar con el problema de
la inmigración”. Mientras tanto, “aumentar las medidas de
seguridad, impermeabilizar las fronteras y favorecer la
colaboración con Marruecos”, serían herramientas para paliar
los efectos de esta presión migratoria que vive Ceuta, según
señalaron el líder del PSOE, José Antonio Carraco, y el
presidente del Partido Democrático y Social de Ceuta (PDSC),
quien además quiso condenar tanto “las muertes como las
personas que facilitan la inmigración ilegal”.
Por su parte, el coordinador territorial de Unión, Progreso
y Democracia (UPyD), Julián Domínguez, quiso ser realista
expresando que no se podían poner “puertas al campo” aunque
advirtiendo que aquellos extranjeros que habían accedido al
territorio nacional de manera ilegal debían “ser repatriados
porque no se les puede mantener en la ilegalidad”.
Finalmente, y en consonancia con el resto de partidos el
líder de la Unión Democrática Ceutí (UDCE), Mohamed Alí,
señaló que Ceuta” por su singularidad, necesita que desde
Madrid y Bruselas sea dotada con mayores medios materiales y
humanos”.
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