Ya no se utiliza mucho el
arquetipo de la talega de pan, la panera y esas frases
tipicas de los setenta , ya me lo advirtieron algunos
conocidos en el vestuario del gimnasio, que no merecía la
pena enfrascarme con gente en el angulo, en el vertice del
Foso, cuando no son los cuidadores de Murallas, puede ser
algun vigilante color butano con mando en plaza, y el otro
día sin imaginarlo un señor pescador que menuda boquita el
gachó. Ya no me apetece dejar el pan, amarrato a un saliente
del contenedor, en solidaridad con los rebuscadores de
Marruecos, es un feo gesto el tirar el pan a la basura y
todos los vecinos en solidaridad, lo amarramos al gancho del
contenedor y ellos hacen el acopio y apaño del pan, de un
tiempo para acá, quizá por el stress y como terapia, me
encanta tirar el pan al foso, esas aguas cristalinas , esa
paz y tranquilidad, me alivia el lanzar el pan y ver las
lisas y demás congeneres avalanzarse al pan y satisfecho, me
voy al trabajo.
En unas minicortas vacaciones, con ese levante pegajoso que
me envolvió los dias , sin bajarme a la Ribera, un dia antes
de irme de viaje, se me ocurrió ir andandito al Foso a tirar
el pan, lo que me imaginaba un momento de sosiego, se iba a
convertir en bronca.
Eran las siete de la tarde del 23 de Septiembre, habia
quedado con Enrique Dominguez, que ha colaborado conmigo en
preparar la cuestión informática sobre la Conferencia de la
Legión y es de agradecer la labor de diseño y maquetación de
un manitas como enriquito.
Me dió tiempo a lanzar un bollo de pan y desde lo lejos ,
sentado en una mesa del Centro Gallego, un hombre de unos 45
años, con polo azul, moreno, gafas y bigote con media calva
y sentado con un niño, me empieza a gritar, que hace que
hace, que me está estropeando la pesca, yo no habia visto
caña alguna ni tanza ni historias. Me puse colorado, por que
me estaba llamando la atención, creo que por ley de costas,
por la señalización, ministerio de pesca y de fomento,
industria y navegación, se hace la vista gorda sobre la
pesca, sobre el que aparca, pero que la ley me ampara por
tirar el pan al agua, . Le dije que no estaba bien la forma
en que me estaba advirtiendo, que yo no sabía nada, y QUE
ESTAMOS BIEN, como está la cosa.
Venga chaval no te enfade, fijate llamarme chaval, presumo
de ser abuelo, de ser un currante responsable, y el mal
hablado, le contesté de la misma forma, bueno si tu estás
pescando chaval, yo que culpa tengo, de las formas que me
estaba tuteando y con esa cabeza y esa cara que tenía, me
hice el juramento que estaba de vacaciones y me iba de
viaje, pero un chorlo así te complica la existencia, y lo
que era una cosa de tranquilidad, te amarga la existencia,
anda tio con esa cabeza que tiene, empezé a despotricar e
irme del lugar.
Vaya ejemplo para el chiquillo, pescador de regional
preferente, cada uno tendrá su parte de razón, pero esa
boquita y esa manera de hablar no me gustó, anda que si
llega a ser a los argelinos o los negros, lo tiran al agua y
todo.
Vaya talega de tio.
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