El peligro de un mosquito
 

Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com
 

Lo que nos faltaba ahora, cuando ha terminado el verano, cuando es de suponer que no tardarán en llegar las primeras aguas del otoño y cuando, al menos por la noche, ya refresca bastante.

Pero con todo eso pueden los mosquitos que diría alguien al que aterra cualquiera de los peligros de final del verano y como la cosa está cercana, hay a quien no se le arrima la ropa al cuerpo.

Todo ello viene por esa alerta que dicen que hay en Tetuán, por un mosquito que transmite al ser humano el virus del Nilo.

Al no ser experto en ese tipo de asuntos, me quedo en la simple duda de qué podrá ser, pero me empieza a “mosquear” que no a “mosquitear” el hecho de que las autoridades del vecino país, al otro lado de la frontera, hayan incorporado avionetas para fumigar el Río Martil y las lagunas próximas a Rincón y a Castillejos.

Lo que decía más arriba, no debe ser una simple broma, porque llegar a eso, al otro lado de la frontera, debe ser porque habrá algún tipo de peligro y no chico, con lo que no creo que nos vayamos a quedar aislados de esos problemas, que afecten a Marruecos, nosotros aquí a pocos metros.

Y es que eso sería lo único anormal de ahí que no tuviera, de una manera o de otra, repercusiones aquí en Ceuta. Es lo que pienso.

La pregunta que se ha empezado a hacer más de uno es la de ¿Qué es eso del virus del Nilo?, porque ese río está a muchos kilómetros de aquí y no creo que exporte cualquier cosa hacia occidente.

El Virus del Nilo Occidental (VNO) es una enfermedad infecciosa que tiene una existencia en África de casi cien años, por cuanto apareció en 1937 y las personas que contraen el VNO no suelen tener síntomas o si los presentan son leves, por lo general.

Esto nos debería dejar un poco más tranquilos y uno puede empezar a pensar que, también, al otro lado de la frontera han empezado a preocuparse y a ocuparse, en serio, por la salud.

Claro que la sintomatología puede cambiar y hay personas que sí presentan ciertos síntomas con fiebre, dolores de cabeza y cuerpo, erupciones cutáneas y ganglios linfáticos inflamados.

Esto ya es otra cosa pero, en nuestros días, no debería parecer algo grave, de momento, y muy preocupante.

Decíamos, más arriba, que, afortunadamente, en este aspecto, ya hemos dejado el verano atrás y sus calores, elementos que pueden influir en la propagación, con fuerza, de este virus que además se propaga con las inundaciones y lluvias intensas, vehículos que sirven para trasmitir el inicio de los brotes de lo que se ha trasmitido.

Peligro, lo decíamos antes, no parece que exista como para servir de gran preocupación, pero si en Marruecos se está procediendo, desde hace un par de semanas, a la fumigación de charcas, ríos y lagunas será porque algo “anormal” han detectado.

Expertos en estas sintomatologías dicen que “en algunos pacientes la infección resulta severa e, incluso, letal, como sucede en el caso de las personas de alto riesgo para la infección aguda, que pueden correr un grave riesgo, así como los niños o los que poseen un sistema inmunológico bajo y muy especialmente los que reciben quimioterapia”.

De momento, así hay que verlo, es algo que no nos está afectando, directamente, a nosotros, pero los muchos contactos entre Ceuta y el otro lado de la frontera no dejan de ser un mínimo riesgo, por lo menos.