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OPINIÓN - domingo, 3 DE octubre DE 2010

 

OPINIÓN / EL MAESTRO

¿Jornada partida o continuada?
 


Andrés Gómez Fernández
andresgomez@elpueblodeceuta.com

 

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) reivindica que los Colegios abran doce horas diarias los 365 días del año. Piden la ampliación del período lectivo desde 1º de Septiembre al 30 de Junio, una paralización de la expansión de la jornada continua, permisos laborales para que los padres puedan asistir a las reuniones del Colegio de sus hijos y servicios complementarios como la entrada matinal, el comedor y las actividades extraescolares para conciliar la vida laboral con la familiar.

La Ley permite que cada centro, a través de una votación del consejo escolar, elija el tipo de horario. Por ejemplo, en algunas comunidades como Ceuta, Canarias y Extremadura el 100% de los colegios cierran las clases a las 14 horas (jornada continuada) y en Aragón y Cataluña, el total de alumnos tienen clases matinales y clases vespertinas (jornada partida), aunque la clave está en el poder que tengan los sindicatos de profesores en cada lugar.

Determinados estudios sobre la jornada escolar, concluyen que detrás de los casos de eliminación de la jornada partida está el “abuso moral de cierto sector del profesorado”. Si a los padres se les informan de que está demostrado que es mejor para el rendimiento la jornada continuada, no es de extrañar que en torno al 70% apoye esta modalidad.

Los maestros discrepan. Nadie quiere la jornada partida. Se dice que es muy duro para los alumnos de Infantil dar clases seguidas por la mañana, pero con la jornada partida se pierde mucho tiempo, que esos niños pequeños lo necesitan más para el inicio de la jornada, las mismas atenciones personales por la mañana y por la tarde. En muchos centros con jornada partida han empezado con la continuada.

La CEAPA critica que la jornada continua recorte el tiempo de las clases y denuncia la ineficacia de los planes municipales de jornadas extraescolares. “Reclamamos un plan de centros abiertos 12 horas, siete días y 11 meses”, “resume la portavoz de este colectivo”.

Referido a nuestra ciudad, conviene recordar que, con la supresión de la jornada partida, el horario estaba establecido de la forma siguiente: Mañana, de 9 a 12 horas; tarde, de 15 a 17 horas, totalizándose 5 horas, con media hora de recreo, por la mañana; con la jornada continuada, la establecida en la actualidad, el horario es de 9 a 14 horas, es decir, cinco horas de clases, con también media hora de recreo, por lo que, si las matemáticas no mienten el tiempo dedicado diariamente a las distintas sesiones del proceso de enseñanza/aprendizaje, es el mismo, luego la jornada continua no recorta el tiempo de las clases.

Quiero recordar que, cuando en nuestra ciudad se cambió la jornada, de partida a continuada, en los centros se establecieron grupos de trabajo para establecer ventajas e inconvenientes del cambio. Por parte de los maestros se llegó a la conclusión de implantar la continuada. Nuestros argumentos, basados en mejor aprovechamiento de la tarde para realizar actividades extraescolares, disponibilidad de tiempo para estudiar, mayor relajamiento para después del almuerzo,… convencieron a los padres, por lo que los centros educativos a través de los Consejos Escolares, con la debida autorización de la Dirección Provincial local, la aprobaron.

Bajo mi modestia opinión, creo que debe continuar, ya que, una vez establecida, después de muchos años, el cambio haría perjudicar más que beneficiar a las familias y, por consiguiente, a los alumnos.

La perspectiva internacional plantea una reproducción de la polémica en España. Sin embargo, la tendencia del entorno europeo desnivela el debate a favor de la jornada partida, al menos, a la ampliación de las actividades extraescolares. Todos los gobiernos apuestan por más formación e incluso en países como Alemania se han sumado más horas lectivas para combatir los malos resultados académicos.

En Francia, su Gobierno ha estrenado un plan experimental, en algunos centros de Secundaria, llamado “curso por la mañana, deporte por la tarde”. El objetivo no es otro que crear un ritmo escolar con más deporte, arte y cultura. Pero a priori, harían falta muchas estructuras, por lo que los Sindicatos piensan a priori, que no sería posible. De todas formas, el gobierno en 2008 introdujo una reforma de los horarios de Primaria; era la llamada “semana de cuatro días”, significando grandes esfuerzos para realizar los proyectos semanales, llegando a intervenir la Academia de Medicina que esa semana escolar de madrugones y jornadas largas, era contraria a “los ritmos psicológicos” de los alumnos.

En Italia, cada región y cada centro tienen autonomía para marcar los horarios escolares. En Etapa Preescolar y en Primaria los padres eligen entre dos opciones: sólo por la mañana, o “tiempo pleno”. El horario oficial es el matinal (8,00 a 13,45, según los centros). En cambio, los del “tiempo pleno” salen a partir de las 16,00 h. Después de comer en el centro, acuden a lecciones extraoficiales.

En el Reino Unido, con vistas a la conciliación, amplió el horario escolar desde el desayuno hasta las actividades extraescolares, incluido fines de semana. Como mínimo estos colegios abren de 8,00 a 18,00 horas. La idea es que este modelo se extienda a toda Inglaterra. Claro, que estos servicios son de pago, aunque haya establecida ayudas para aquellos alumnos con necesidades económicas.

En Alemania, la jornada era continua (hasta 2004). De 7,30 a 12,00 en Primaria y una hora más para Secundaria. En total, entre 20 y 30 horas lectivas por semana. Muy pocos Colegios ampliaban por la tarde y muchos padres sufrían para conciliar sus horarios con los de sus hijos.

En nuestro país, con la antigua Enseñanza Primaria, con la jornada partida como en la actualidad, había una gran variante: los sábados eran lectivos, aunque solo hasta las doce de la mañana. De esa forma la jornada semanal estaba constituida por 28 horas, tres más que en la actualidad.
 

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