Todas las opiniones, siempre lo he
mantenido, son igual de respetables. Indiscutiblemente habrá
a quienes les guste más o menos cada una de esas opiniones,
dependiendo de los intereses de cada uno.
La pasada huelga general, convocada por CC. OO y UGT, como
no podía ser de otra forma, ha tenido diversidad de
opiniones sobre su éxito o su fracaso. Mientras para las
centrales convocantes ha sido todo un éxito de
participación, para la mayoría de los medios de comunicación
ha sido un fracaso.
Como cada uno es libre de opinar lo que más crea conveniente
sobre los asuntos a tratar, así están las opiniones de unos
y otros. Con ese derecho que nos da el país en el que
vivimos a opinar, uno también tiene su derecho a opinar
sobre la misma.
Dejando a un lado las opiniones de los demás, de si ha sido
un éxito o un fracaso, mi opinión, más que opinión, consiste
en una serie de preguntas que vienen golpeando mi cerebro,
desde que se anunció la Huelga General. ¿Era el momento
oportuno para realizarla o se había de haber realizado mucho
antes, cuando alcanzábamos los cuatro millones de parados?.
¿Y valdría para algo esa Huelga General?.
He tratado de responder a esas preguntas y me ha costado una
enormidad encontrar las repuestas adecuadas a cada una de
ellas. Creo o al menos tengo el convencimiento que la Huelga
General se debería haber realizado en el momento en que el
Gobierno advirtió de la nueva reforma de la ley laboral.
Puesto que realizarla, en esos momentos, era la única forma
de parar esa reforma antes de que fuese aprobada.
Una vez aprobada en el Congreso, desde mí personal e
intransferible punto de vista, la Huelga General no tenía
razón de ser, si lo que se trataba con ella era que el
Gobierno diera marcha atrás.
Por cierto que el Gobierno, que dice esta abierto al
dialogo, seguirá adelante con esa reforma laboral, según
palabras del presidente del Gobierno. Y entonces es cuando,
de nuevo, vuelve la pregunta a golpear mi cerebro. ¿Para qué
se ha hecho la Huelga General?. En estos casos, recuerdo una
frase de la sabia de mí abuela: “A burro muerto la cebada al
rabo”.
O sea, con claridad meridiana, en contestación a las
preguntas que me han venido golpeando el cerebro y basándome
en la lógica, la Huelga General, con todo mi respeto a la
misma, pues es un derecho que tiene el trabajador no ha
valido para nada. Pues según el presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero, no habrá marcha atrás en esa
nueva reforma de la ley laboral recientemente aprobada.
Lo que si tiene alguna posibilidad de ocurrir es que el
Gobierno se siente con las centrales sindicales a escuchar
sus propuestas sobre las próximas reformas a efectuar en el
asunto de las pensiones. Ni más, ni menos. Eso es lo que
hay.
Como diría la sabia de mi abuela: “estas son lentejas el que
las quiere las come y el que no las deja”. Me vuelvo a
preguntar ¿a valido para algo la HG?.Y me vuelvo a
contestar: Para nada.
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