‘Manifiesto por una Enseñanza digna’ es el título del texto
que la Junta de Personal Docente y la Federación de
Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAMPA) de Ceuta
harán llegar, a partir de la próxima semana, a los Consejos
Escolares de todos los centros educativos de la ciudad para
exigir al Ministerio un cambio “drástico” de su política.
Los Consejos Escolares de todos los centros educativos
públicos de la ciudad autónoma recibirán a partir de la
próxima semana el ‘Manifiesto por una Enseñanza digna’ que
la Junta de Personal Docente, la FAMPA y los directores de
más de la mitad de los colegios e institutos ceutíes
perfilaron en su reunión del lunes pasado para exigir
“juntos” al Ministerio de Educación en nombre de la
comunidad educativa ceutí un cambio “drástico” de su
política.
El paso del citado texto, que denuncia las múltiples
carencias del sistema educativo de la ciudad, agravadas por
el “recorte” sufrido en el cupo de profesores mientras el
número de alumnos matriculados a crecido en más de 600 en
todos los niveles, por los órganos en los que están
representados todos los agentes educativos y sociales de
cada centro es el paso previo a la convocatoria, si así se
refrenda, de una “jornada reivindicativa” que
presumiblemente tendría lugar el día 14 de octubre.
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Manifiesto por una Enseñanza digna
La comunidad educativa viene
observando, con enorme preocupación, el progresivo deterioro
que está sufriendo nuestro sistema educativo ante la
pasividad de la administración competente. Disponemos de una
red de centros notoriamente insuficiente. A pesar de ello,
no se construyen nuevos colegios. Muchos de los centros
existentes presentan notables deficiencias estructurales,
que se agudizan al tener que multiplicar los espacios,
teniendo que renunciar obligatoriamente a unas condiciones
mínimas de calidad. La consecuencia directa, ante un
imparable aumento de la población escolar, es una
insoportable masificación de las aulas que dificulta
sumamente la labor docente. Las plantillas de los centros
han sufrido un injusto recorte de efectivos que afecta a
todos lo niveles, pero de manera especial, a la atención a
la diversidad y a los proyectos y programas de innovación
que han sido, prácticamente, abandonados a su suerte. La
escasez de personal de administración y servicios
complementarios es una evidencia, permanentemente
desatendida, que perjudica el correcto funcionamiento de los
centros. En estas condiciones resulta absolutamente
imposible plantearse con seriedad y rigor la lucha contra el
fracaso escolar. Ceuta sigue, y seguirá siendo, la ciudad
con el índice de fracaso escolar más alto de España. No es
justo que los jóvenes de Ceuta tengan que sufrir las
consecuencias de una política errática y apática, que se ha
desentendido por completo de los problemas de nuestra
Ciudad, y que esquiva cualquier compromiso con la mejora de
nuestro sistema educativo. No es posible seguir así. En
consecuencia, exigimos al ME un cambio drástico en su
política orientado a dotar al sistema de los elementos
básicos para garantizar una enseñanza de calidad que pueda
atender, con dignidad, las demandas de Ceuta.
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