La sociedad ceutí se ha visto
convulsionada en los últimos días, una vez más, como
consecuencia de las polémicas declaraciones formuladas desde
la coalición Caballas en relación a la elaboración del
Calendario Laboral para el próximo año. Declaraciones
infundadas en las que los dirigentes de las formaciones
políticas integrantes de esta coalición, UDCE y PSPC, han
utilizado el enfrentamiento social entre las diferentes
culturas que convivimos en armonía en esta ciudad al acusar
de xenófobo al Ejecutivo local con la única intención de
obtener rédito político.
Tradicionalmente, el Calendario Laboral era consensuado en
la Comisión Informativa correspondiente, trasladado
posteriormente a Junta de portavoces y finalmente, debatido
y aprobado en sesión plenaria donde, siempre ha sido
aprobado por la totalidad de las formaciones políticas con
representación parlamentaria. Por tanto, este cambio de
aptitud nos plantea una cuestión fundamental ¿cuál es la
explicación real al cambio experimentado en la posición
respecto a este tema en la primera formación en la oposición
parlamentaria?
Pues bien, la respuesta es sencilla al remontarnos en el
tiempo y atraer a nuestra memoria las diferentes iniciativas
promovidas tanto, desde la formación liderada por Mohamed
Alí como, por las diferentes organizaciones capitaneadas por
Juan Luís Aróstegui. Todas ellas, actuaciones legítimas
pero, que han puesto en serio riesgo la convivencia pacífica
de los diferentes colectivos que conformamos la sociedad
ceutí. Es momento de recordar a todos los ceutíes las
diferentes manifestaciones pro Palestina, actuaciones en
contra de la Guerra de Irak o las últimas concentraciones de
desempleados, que han recorrido la principal arteria de la
ciudad durante 5 meses violentando el normal desarrollo de
la actividad cotidiana de todos los ceutíes sin exclusión
alguna.
Por todo ello, la sociedad ceutí en general debería rechazar
cualquier tipo de iniciativa que enfrente a las diferentes
culturas que conformamos la sociedad ceutí. Los ceutíes
tenemos la obligación moral y ética de apoyar totalmente a
quien se centra en la búsqueda constante del consenso en
relación a temas que conciernen a los intereses de todos los
ceutíes sin exclusión alguna. Los intereses de todos los
ceutíes deben prevalecer en todo momento por encima de los
intereses partidistas por ello, desde esta humilde columna
de opinión conmino a la Coalición Caballas a que ejercite su
legítima labor de oposición libremente aunque, absteniéndose
de utilizar tácticas políticas del pasado perjudiciales para
la convivencia real en una ciudad que necesita del
compromiso de todos los ceutíes.
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