La ciudad autónoma ha vivido una
jornada de huelga general en la que no ha quedado paralizada
su actividad. Escaso seguimiento ha dicho Delegación del
Gobierno, más escasa aún la participación de los
funcionarios de la Administración local y los comercios
-aunque algunos cerrados- se mantuvieron abiertos como si
tal cosa. Eso sí, fue una jornada donde la Construcción
estuvo prácticamente parada y la hostelería tuvo su
seguimiento aunque hubo facilidad para hallar lugares donde
desayunar, comer, merendar y cenar. No hubo incidentes más
allá del intento de bloquear el acceso a Eroski, que siguió
abierto pese a todo, la limpieza cuajó su labor con menos
personal, pero apenas se notó. No ha habido mucha conexión
entre sindicatos y ciudadanos.
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