Nuevas voces plantean las ventajas económicas de una
asistencia sanitaria transferida a la Ciudad Autónoma, como
la Federación para la Defensa de la Sanidad Pública. La
FADSP asegura que la distancia geográfica entre Ceuta y
Melilla crea dificultades al Ingesa a la hora de integrar
servicios y defiende un modelo específico para las ciudades
autónomas en el que sería muy importante llegar a acuerdos
con la comunidad más próxima, Andalucía, para la prestación
de determinados servicios.
La Federación para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP)
también tiene su planteamiento sobre el creciente debate
acerca de las ventajas de transferir las competencias en
materia de asistencia sanitaria a la Ciudad Autónoma. El
presidente de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, se ha
distanciado de la postura del director territorial del
Ingesa, Jesús Lopera, al afirmar que una sanidad gestionada
por el Ministerio “no constituye ninguna ventaja específica,
pues a pesar de estar los dos enclavados en el norte de
África, las ciudades de Ceuta y Melilla son territorios muy
alejados entre sí y con muchas dificultades para integrar
servicios”.
De esta manera, la FADS defiende las “ventajas económicas”
de una sanidad transferida a las ciudades autónomas. Eso sí,
considerando, como primera peculiaridad, su reducida
población, lo que haría conveniente que estas competencias
se gestionaran en convenio con la Junta de Andalucía, por
ser la comunidad autónoma más cercana, para la prestación de
determinados servicios que serían inviables en Ceuta y
Melilla, como podría ser, por ejemplo, la organización de
los trasplantes. “No sería lógico disponer de un servicio
como este porque tendría poca actividad”, planteó Sánchez
Bayle.
A juicio de la FADSP, Ceuta requeriría de un modelo
específico de gestión que diera mayor autonomía a la Ciudad
a la hora de prestar asistencia sanitaria siempre que
pudiera acordar la atención para determinadas especialidades
médicas con otros servicios sanitarios de la Península. Sin
embargo, también admite que el Gobierno tendría que ser
pieza clave en esta negocación “para que no se resientan las
prestaciones de las que disfruta la población”.
Sin embargo, este modelo específico que se defiende para las
ciudades autónomas tendría ya algunos precedentes en el
Sistema Nacional de Salud. Sánchez Bayle citó
particularmente a La Rioja, la comunidad autónoma con menos
población de España. Ahí si están transferidas las
competencias sanitarias y sin embargo hubo problemas para
prestar todos los servicios sanitarios indispensables hasta
que se llegó a determinados acuerdos para derivar a ciertos
pacientes a las comunidades más cercanas geográficamente:
Navarra y Aragón.
En el caso de Ceuta y Melilla, se añade la particularidad de
la asistencia que se presta a los pacientes transfronterizos
llegados desde Marruecos, otro elemento que, a juicio de la
Federación para la Defensa de la Sanidad Pública, haría
fundamental el papel del Gobierno central en la
transferencia de las competencias y la organización de los
servicios por parte de las respectivas administraciones
autonómicas.
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