El Gobierno ceutí todavía no está en condiciones de decir
qué partidas podará para compensar la caída que sufrirán las
transferencias que recibe del Estado en concepto, por
ejemplo, de financiación autonómica, pero mantiene que estas
no afectarán a sus “prioridades y apuestas”. Ello significa,
según explicó ayer Yolanda Bel, que la Política Social, la
inversión y la calidad de los servicios públicos son
“intocables”.
El Ejecutivo de la ciudad autónoma confía en su capacidad y
en la de su consejero de Hacienda, Francisco Márquez,
encargado de elaborar sus Presupuestos para el año próximo,
para compensar la caída que sufrirán las transferencias del
Estado sin tener que mermar por ello las cantidades
consignadas “para mantener el nivel de las Políticas
Sociales que ofrece la Administración local, sostener en la
medida de lo posible el pulso inversor de la Ciudad y no
mermar la calidad de los servicios públicos fundamentales”.
Además, completó ayer la portavoz del Gobierno local en
declaraciones a los medios, el compromiso de no elevar la
carga impositiva que depende directamente de la Asamblea “se
mantiene”.
Bel fue interrogada por los periodistas al término de la
reunión semanal ordinaria del Consejo de Gobierno sobre cómo
piensa lidiar el Gobierno de Vivas con los tijeretazos que
ya se conocen en materia de financiación autonómica y otros
que se adivinan, así como con el retraso que acumula la
transferencia de la compensación por la desviación del IPSI
del año pasado. La consejera respondió que la situación de
las arcas municipales es “tensa” pero “no grave”; reiteró
que el abono de las nóminas del funcionariado “no corre
peligro” y afirmó que la Administración “está al corriente
de sus pagos”, algo que muchos proveedores pondrán en serias
dudas.
En esa línea reconoció no poder decir todavía de qué
partidas se detraerá el dinero necesario para compensar esa
minoración de los ingresos, aunque sí repitió que las
“prioridades y apuestas principales” de la Ciudad no se
tocarán.
El único ámbito en el que admitió posibles repercusiones fue
en el de la inversión pública, aunque recordó que si Ceuta
se ha caracterizado por algo desde que estalló la crisis
económica ha sido precisamente por su persistencia en
mantener ese mecanismo anticíclico “y de generación de
empleo” al máximo de sus capacidades.
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