Con mayor o menor benevolencia, los principales sindicatos
en la junta de personal del Ingesa han realizado su propio
balance del primer año de funcionamiento del Hospital
Universitario de Ceuta. Aunque todos reconocen el avance en
materia de infraestructuras sanitarias, también coinciden en
que la dotación de personal del centro médico no ha sido la
suficiente y en que también se arrastran otros déficits como
las dificultades de accesibilidad de las instalaciones de
Loma Colmenar.
Los principales sindicatos con representación en la junta de
personal del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa)
también han realizado su propio balance al cumplirse un año
de la entrada en funcionamiento del nuevo Hospital
Universitario de Ceuta. En líneas generales, se reconoce que
el nuevo centro médico ha supuesto un avance sustancial para
la ciudad en materia de asistencia sanitaria. Sin embargo,
también subrayaron los déficits y problemas que aún no han
sido resueltos.
Así empezó manifestándolo el secretario general del
Sindicato de Enfermería (SATSE), Emilio Barrientos, quien
admitió que se había mejorado en cuanto a infraestructura
sanitaria, pero no se han resuelto otros problemas que ya se
daban en el viejo hospital de la Cruz Roja y que se han
agravado con la apertura del nuevo hospital: “La plantilla
apenas ha aumentado y sí lo ha hecho la presión asistencial
como consecuencia del efecto llamada, el mayor número de
camas y la mayor superficie del centro hospitalario”,
afirmó.
Barrientos también relativizó el avance tecnológico y
aseguró que muchos espacios podían haberse adecuado mejor,
con persianas en las habitaciones, una climatización que
pudiera modularse según las necesidades de cada zona del
hospital, mayor seguridad en la ubicación de las enfermeras
en las plantas de hospitalización...
Sin embargo, las críticas no fueron sólo a la Administración
del Estado. La Ciudad Autónoma también se llevó un tirón de
orejas por las dificultades de accesibilidad del hospital
“que no está en la zona más idónea pero además no cuenta con
accesos alternativos”. En dirección parecida se expresó CCOO.
El portavoz de sanidad del sindicato, Ángel Lara, también
señaló a la inaccesibilidad y, sobre todo, al déficit de
personal en todas las categorías como los principales
defectos, además de la mala señalización.
El portavoz de UGT, Juan Carlos López, confío en que se
vayan subsanando los problemas que han sido detectados pero
también apuntó que se necesitaba “adecuar mejor la plantilla
a las necesidades de los servicios”.
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Un servicio muy echado en falta por todos: la cafetería
Una demanda unívoca de los
sindicatos es la dotación de una cafetería para el nuevo
hospital. En realidad, muchos son los que consideran
incomprensibles que un año después de la entrada en
funcionamiento de las consultas externas en el nuevo
hospital no se disponga de un servicio tan sencillo pero
también tan básico como una cafetería. Considerando que
tampoco existen servicios de hostelería en los alrededores
del recinto hospitalario, se trata de una circunstancia que
ha generando gran incomodidad a los trabajadores y, sobre
todo, a los usuarios, que no tienen donde reponer fuerzas
después de determinadas pruebas que pueden suponer cierto
agotamiento. La falta de aparcamientos para los usuarios ha
sido otro aspecto también criticado como desencadenante de
más incomodidades.
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