Mi abuela de 87 años perteneció al bando nacional. No sé si
por suerte o por desgracia, pero le tocó a ese lado y hasta
hoy se siente una señora de tradiciones, ha respetado la
memoria de su marido durante su longeva viudez y reza todos
los días, supongo que como alegato al más allá, confiando en
unas manos limpias que la acojan allí arriba cuando se acabe
para ella el infierno de aquí abajo. No son muchas las veces
que frecuento la casa de mi abuela, soy un descastado, pero
de vez en cuando el figura de Zapatero y su trupe hacen de
las suyas y reabren todas las tumbas del Franquismo para
dejar vagar los espíritus a sus anchas, que inundan de
recuerdos a los que sobrevivieron aquella época y, entonces,
comienzan las historias que a mí me gustan. Me siento en el
sofá y pongo los cinco sentidos para dejar que sea mi
imaginación la que trabaje. Los pasajes que narra se parecen
en ocasiones a los que contaba Heminway en ´¿Por qué doblan
las campanas?´. A mí abuela no le han rapado la cabeza, ni
le han obligado a tomar aceite de ricino, pero sí ha visto
cómo la guadaña de la guerra le cortaba la cabeza a su
hermano y a su tío en los campos de Badajoz y ha oído los
lamentos de una familia que lloraba la falta de dos manos
jornaleras. La Junta de Andalucía, agarrándose a la Ley de
Memoria Histórica, pone a correr miles de euros en concepto
de daños y perjuicios para aquellas señoras que demuestren
haber sido vejadas por los republicanos. Sin embargo, se
omite a todas aquellas monjas, a todas aquellas otras que en
iglesias y pueblos remotos de España fueron violadas por los
republicanos antes de que éstos tuvieran que exiliarse y
también se omite a los hombres. Por mucho que Zapatero y su
ramillete de ideas oscenas pululen por la geografía
española, las tumbas de la memoria están cerradas, y los
corazones de aquellos que lo sufrieron solo abren su cofre
para compartirlo con los suyos y rezar para el reencuentro.
Ni los miles de euros con los que va a regar de nuevo la
Junta a Andalucía lograrán restañar las décadas de ñoñez de
esta región y ya el dinero no será suficiente abono para que
germinen los votos.
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