La representante del Ministerio Fiscal solicitó ayer la pena
de seis años de prisión por los delitos de robo con
violencia en grado de tentativa y lesiones con arma blanca,
para tres hombres por los hechos transcurridos el 19 de
abril en Bermudo Soriano. Según el denunciante, estos le
sustrajeron 20 euros provocándole una serie de heridas
mientras que uno de los acusados reconoció haber agredido a
este sin ningún arma y los otros dos negaron haber estado en
el lugar de los hechos.
Tres hombres ocuparon ayer el banquillo de los acusados del
Juzgado de lo Penal por el robo a un cuarto sujeto que tuvo
lugar en Bermudo Soriano en el pasado mes de abril.
Por tales hechos, sobre los que decidirá la titular de dicho
órgano judicial en la sentencia, la representante del
Ministerio Fiscal en la ciudad solicitó las penas de cuatro
años de prisión, por el delito de lesiones, y otros dos años
de cárcel por el delito de robo con violencia en grado de
tentativa. Mientras que los tres letrados que defendieron a
los procesados pidieron la absolución de sus clientes
entendiendo que no tuvieron participación en los hechos
denunciados.
Sólo uno de los imputados reconoció ante la jueza haber
agredido al denunciante tras reclamarle 6.000 euros de una
deuda y este negarse a pagarlos. “Se los había prestado mi
primo, que tienen un 76% de minusvalía, y tenía miedo a
pedírselos. Cuando intentó evadirme, le pegué una colleja y
entonces él sacó del coche una muleta y me produjo varias
heridas”, relató el primer acusado. El segundo, por su
parte, manifestó haber visto lo ocurrido “desde lejos” y
añadió que nunca hubo “ni cuchillo, ni navaja de por medio.
Y tampoco salió corriendo para esconderse, simplemente, se
fue con su coche tras pegarle una paliza a mi amigo”. Frente
a las declaraciones de estos dos, el tercer procesado
prefirió no testificar, este el primo del primero. Tras las
versiones efectuadas por los denunciados, le tocó el turno a
la acusación. El presunto perjudicado relató que dicho día
circulaba por la zona en el vehículo de su esposa cuando los
acusados lo pararon en la carretera para pedirle dinero,
aunque él se negó.
Entonces, “me bajé del coche para enfrentarlos porque los
conocía del barrio, forcejeamos y cuando me di cuenta, salía
sangre de mi brazo. Por lo que escapé, salí corriendo por
las calles y me escondí en casa de una vecina”, apuntó el
denunciante. Dicho alegato fue utilizado pro la defensa
cuestionando el “por qué” en comisaría la supuesta víctima
aseguró que le habían “apuñalado” mientras que en el juicio
confesó no haber visto el arma blanca.
La segunda parte de los hechos se produjo ese mismo día en
el Mixto, aunque horas más tarde, cuando los agentes del
Cuerpo Nacional de Policía detuvieron a los tres encausados.
Según uno de los policías, “cuando nos vieron llegar, uno de
ellos tiró algo a un coche, lo cerró y le pasó las llaves a
otro. En la inspección encontramos una navaja”, concluyó el
testigo.
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