Que los ceutíes quieran o no ser marroquíes, todos o una
parte, no arredra lo más mínimo a los anexionistas del país
vecino, que en palabras del ex ministro de Comunicación
Larbi Mesari, dejaron claro este fin de semana en Rabat que
el cirterio de los habitantes de Ceuta y Melilla “no tiene
importancia en la reclamación de las dos ciudades porque no
es un caso de autodeterminación”, sino que “se trata de un
territorio de Marruecos que España debe entregar a su
verdadero dueño”.
• Activistas marroquíes apostaron este fin de semana por la
búsqueda de métodos eficaces y de nuevas maneras de
presionar a España para reivindicar las ciudades autónomas
españolas Ceuta y Melilla. En un coloquio organizado por el
Centro para la Memoria Común y el Porvenir, se instó a dar
un giro en el discurso político y mediático que conduzca,
según el presidente de esa organización, Abdeslam Buteyeb, a
“un diálogo abierto entre Marruecos y España sobre el futuro
de las dos ciudades”.
En el encuentro, en el que participaron historiadores,
juristas, políticos y representantes de la sociedad civil,
se aseguró que Marruecos tiene “los argumentos históricos,
jurídicos y geográficos suficientes para reclamar y
recuperar” Ceuta y Melilla.
Entre las medidas propuestas, se apostó por “establecer una
mayor democracia en el país y continuar el desarrollo de las
regiones del norte para estrangular a Ceuta y Melilla
económicamente y hacer que la ocupación de España sea más
costosa para el Estado español”.
El presidente del consejo nacional del Partido islamista
Justicia y Desarrollo (PJD), Saad Edin Othmani, presidente
también del Comité de Amistad Hispano-Marroquí en el
Parlamento, abogó en ese sentido por “continuar con el
establecimiento de grandes proyectos industriales en el
norte y revivir la causa en el sentimiento nacional de los
marroquíes”.
Repercusiones negativas
Por su parte, el ex ministro marroquí de Exteriores Mohamed
Benaisa indicó que si el conflicto no se resuelve
repercutirá negativamente en las relaciones bilaterales, por
lo que debe solucionarse mediante negociaciones graduales,
con la premisa de que no haya “perdedores ni ganadores”.
El ex ministro de Comunicación Larbi Mesari insistió en que
lo que piensen los habitantes de Ceuta y Melilla “no tiene
importancia en la reclamación de las dos ciudades porque no
es un caso de autodeterminación”, sino que “se trata de un
territorio de Marruecos que España debe entregar a su
verdadero dueño”.
Los participantes aseguraron que las relaciones
hispano-marroquíes no pueden evolucionar de manera positiva
sin la recuperación de esas ciudades, y llamaron a “un
trabajo común entre los partidos políticos y la sociedad
civil para inventar nuevas maneras de impulsar a España a
que las entregue”.
Exigieron también la necesidad de “analizar los argumentos
históricos y jurídicos adoptados por España para defender la
españolidad de las dos ciudades autónomas” de Ceuta y
Melilla, y “revelar su debilidad para confirmar la autoridad
de Marruecos en su recuperación”.
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