El diputado del PP por Melilla, Antonio Gutiérrez,
sugirió ayer a la Ciudad Autónoma que impugne los
Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2011 si éstos
recortan las inversiones para obras y actuaciones destinadas
a nuestra ciudad, como ya ocurriera el año pasado, cuando la
disminución presupuestaria fue del 33 por ciento. El
parlamentario melillense hizo una somera valoración sobre
los PGE de 2011, cuyo anteproyecto fue aprobado por el
Consejo de Ministros.
En rueda de prensa, Gutiérrez no se mostró demasiado
optimista respecto a una mejora de los fondos que el Estado
destinará a Melilla el próximo año vía PGE. Sin entrar en la
batalla de cifras, dado que éstas aún se desconocen, el
diputado se mostró convencido de que la Ciudad Autónoma será
una de las regiones “gravemente damnificadas” tras el
acuerdo al que han llegado el PSOE y el Partido Nacionalista
Vasco (PNV), por el que el Gobierno transferirá al País
Vasco las políticas activas de empleo, cuyo valor es de 472
millones de euros.
Gutiérrez fue especialmente crítico con este “insólito”
acuerdo. En su opinión, es “inconcebible” que Zapatero haya
recurrido a esta opción “para asegurarse su puesto de
trabajo como presidente del Gobierno hasta 2012”. No en
vano, recordó que si no recibía los apoyos parlamentarios
necesarios, habría tenido que disolver las Cortes y convocar
elecciones anticipadas, algo que ya no será necesario tras
garantizarse los seis votos a favor de los diputados del
PNV. El diputado melillense rechazó esta “profunda
deslealtad” porque “el año más que nos queda con Zapatero en
La Moncloa nos va a costar a los españoles un gran esfuerzo
en nuestras pensiones e impuestos”. En este sentido, lamentó
que al presidente del Gobierno “no le ha importado romper el
la caja de pensiones, la igualdad entre los españoles y el
principio de solidaridad que debe haber entre todas las
autonomías”. “Zapatero, con su frivolidad, ha borrado de un
plumazo los 30 años de posición al respecto del PSOE”, un
partido que “siempre se ha mostrado partidario, en todos los
debates, de mantener la solidaridad territorial, de mantener
la caja única de las pensiones y de mantener el sistema de
la Seguridad Social para todos los españoles”. Se trata, en
definitiva, del “principio del fin de la solidaridad de la
Seguridad Social”, dijo Gutiérrez, que argumentó su negativa
opinión al advertir de que “a partir de ahora, ninguna
autonomía quedará exenta de pedir la transferencia de las
políticas activas de empleo”. Sobre esta cuestión, apuntó
que Melilla pedirá de nuevo el aumento de la bonificación de
las cuotas a la Seguridad Social, ahora que el Gobierno ha
dejado abierta esta petición a las autonomías, a pesar de
que le fue denegada a Melilla por el rechazo de una
iniciativa legislativa al respecto no hace muchos meses,
debido al voto en contra del PSOE y el PNV, precisamente.
Además, lamentó que el debate de los Presupuestos Generales
del Estado “nace viciado de origen” precisamente por el
acuerdo al que han llegado el Gobierno y los parlamentarios
nacionalistas del País Vasco. Por todo ello, Gutiérrez
informó de que tiene previsto preguntar al presidente del
Gobierno “por qué al final las pensiones y el empleo sólo le
preocupan no para mejorarlos y asegurar su calidad de vida,
sino para ponerlos en juego y asegurar su puesto de trabajo
como presidente del Gobierno” mediante la “compra
parlamentaria” de los seis escaños del PNV.
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