Diplomada en Enfermería y licenciada en Antropología
Social, la profesora de la Universidad de Granada en Ceuta y
enfermera Milagrosa Olmedo, presentó ayer su tesis doctoral
que lleva por título ‘Análisis de la calidad de vida
relacionada con la salud de los mayores de 65 años, en un
entorno multicultural en la ciudad de Ceuta’. Para Olmedo,
los mayores ceutíes no se han adaptado al cambio
generacional y se enfrentan al aislamiento, la
multiculturalidad y la frontera-seguridad como problemas en
su bienestar personal.
Pregunta.- Su tesis se ha centrado sobre un grupo
poblacional concreto, en este caso, mayores de 65 años,
aunque teniendo en cuenta el entorno multicultural de la
ciudad, ¿de dónde surgió esta idea?
Respuesta.- Estamos es una situación donde el envejecimiento
de la población es un dato demográfico puro y no era posible
un estudio sin todos los componentes, en este caso, la
integración de las cuatro culturas. Dentro de cada distrito
de la ciudad hemos escogido a la población de referencia,
que son 352 personas, diferenciando por sexos y religiones
excepto la hindú porque nos ha costado mucho llegar a los
pocos mayores hindúes que hay y debían cumplir una serie de
parámetros.
P.- Desde que se inicia este tipo de trabajos hasta que
se finalizan los objetivos o pretensiones pueden cambiar,
¿cuál ha sido la idea que ha predominado a lo largo de estos
cinco años de investigación?
R.- La calidad de vida de los mayores en relación con la
salud aunque comenzamos con encuestas pero nos dimos cuenta
de que faltaba algo más, lo que nos llevó a un estudio
etnográfico de los mayores ceutíes, que ha durado más de dos
años porque hemos entrado en sitios públicos y privados de
estas personas. El resultado fue encontrar las dimensiones
que afectaban a la calidad de vida de estos mayores: el
aislamiento, la multiculturalidad y la frontera-seguridad.
Por ello, estos tres conceptos fueron incluidos en las
encuestas posteriores.
P.- Aislamiento, multiculturalidad y frontera-seguridad
son los problemas que afectan a la calidad de vida de los
mayores según el estudio, ¿qué datos concretos se pueden
extraer de ellos?
R.- El aislamiento y la multiculturalidad han tenido tres
subescalas. Los mayores ceutíes se sienten muy aislados por
su propia vejez porque los dispositivos sociales y las redes
de apoyo a las familias también. Después, dependiendo del
distrito, se lleva muy mal la relación con los otros porque
se sienten muy diferentes.
P.- Por lo que, ¿podríamos deducir que la integración
cultural en Ceuta estaría en tela de juicio?
R.- En algunas barriadas sí, en otras no. En Hadú y la
Almadraba funciona bien pero en otras zonas como Sarchal
sienten que algo va mal.
P.- De todo esto, ¿se plantean soluciones o posibles
cambios?
R.- No, lo que se dejan son dos líneas de investigación
sobre las que seguir profundizando: el aislamiento,
multiculturalidad, frontera-seguridad. Y continuar
detectando las necesidades que tienen nuestros mayores
porque está demostrado que no somos capaces de decir lo que
echamos en falta aunque lo sepamos.
P.- Y realmente, ¿qué necesitan los mayores en Ceuta?
R.- Piden poco pero no se han adaptado a que la estructura
familiar se modifique. No asumen que los hijos estén más
ocupados y no se hagan tanto cargo de ellos y se nota
muchísimo, en el colectivo musulmán.
P.- Desde el punto de vista sanitario, ¿qué se ha
percibido en su tesis?
R.- Tanto en hombres como mujeres, en cualquier colectivo
cultural, donde se está por debajo del promedio español es
en la función social. Esto nos dice, por un lado, que
también tienen la salud mental por debajo de la media
nacional y que el dolor corporal en las mujeres hace que en
su función social se esté por debajo. Todo esto nos lleva a
pensar que nuestros mayores necesitan algo que los motive y
los ayude, tanto en la función social como en el dolor
corporal.
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