Suelo tener amigos y conocidos en
casi todo el país y Aragón está dentro del mismo ¿no?, pues
dentro de Aragón existe una ciudad que le llamaba
Caesaraugusta y cuando la invadieron los árabes pasó a
llamarse Saragusta. Hoy en día es una denominación tan
castiza como Zaragoza, capital de Aragón.
Dentro de la capital vivía un hombre de cerebro
privilegiado, fundador junto con Eloy Fernández de la
revista “Andalán” y popularmente muy conocido a través de la
TV por llevar su famosa mochila por los rincones de la piel
de toro manejando un entrañable bastón.
Licenciado en Filosofía y Letras fue, paradojas del destino,
profesor de Federico Jiménez Losantos, Federico Trillo y
Manuel Pizarro entre otros.
¡De un profesor de izquierdas salen alumnos de derechas!
Me refiero a José Antonio Labordeta, cantautor por
excelencia, profesor, periodista, narrador, político, y un
largo etcétera.
Tuve ocasión de conocerlo durante mi estancia en Madrid,
allá por 2001-02, como presidente de un organismo nacional.
José A. Labordeta estaba inmerso en el ruedo político sin
estar de acuerdo con la escopeta nacional… su famosa frase
“A la mierda” quedó convertida en la representación sublime
contra quienes no dejan hablar.
Hablé con Labordeta unos diez minutos, más en su faceta de
escritor que de político. No podía dejar de ser escritor,
estando como estaba con un padre catedrático de latín y
amante de la poesía clásica y un hermano poeta de renombre.
Voló la mochila y se nos largó un hombre y su compendio
queda, sobretodo, registrado en “Diario de un náufrago”
Desde aquí nuestro más sentido pésame a su viuda Juana de
Grandes, sobrina del general Muñoz Grandes, y a sus hijas
Ana, Ángela y Paula.
Sólo lamentamos que Aragón le haya concedido una medalla a
título póstumo. Debían habérsela entregado en vida. Se lo
merecía.
Lo que no se merece son algunas dedicatorias de cierta
prensa derechista muy afin a los sindicatos amarillos
(verticales) de cierta época realmente olvidable.
Vaya con su mochila recorriendo ese espacio etéreo.
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