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OPINIÓN - JUEVES, 23 DE SEPTIEMBRE DE 2010

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

La mochila voló
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

Suelo tener amigos y conocidos en casi todo el país y Aragón está dentro del mismo ¿no?, pues dentro de Aragón existe una ciudad que le llamaba Caesaraugusta y cuando la invadieron los árabes pasó a llamarse Saragusta. Hoy en día es una denominación tan castiza como Zaragoza, capital de Aragón.

Dentro de la capital vivía un hombre de cerebro privilegiado, fundador junto con Eloy Fernández de la revista “Andalán” y popularmente muy conocido a través de la TV por llevar su famosa mochila por los rincones de la piel de toro manejando un entrañable bastón.

Licenciado en Filosofía y Letras fue, paradojas del destino, profesor de Federico Jiménez Losantos, Federico Trillo y Manuel Pizarro entre otros.

¡De un profesor de izquierdas salen alumnos de derechas!

Me refiero a José Antonio Labordeta, cantautor por excelencia, profesor, periodista, narrador, político, y un largo etcétera.

Tuve ocasión de conocerlo durante mi estancia en Madrid, allá por 2001-02, como presidente de un organismo nacional. José A. Labordeta estaba inmerso en el ruedo político sin estar de acuerdo con la escopeta nacional… su famosa frase “A la mierda” quedó convertida en la representación sublime contra quienes no dejan hablar.

Hablé con Labordeta unos diez minutos, más en su faceta de escritor que de político. No podía dejar de ser escritor, estando como estaba con un padre catedrático de latín y amante de la poesía clásica y un hermano poeta de renombre.

Voló la mochila y se nos largó un hombre y su compendio queda, sobretodo, registrado en “Diario de un náufrago”

Desde aquí nuestro más sentido pésame a su viuda Juana de Grandes, sobrina del general Muñoz Grandes, y a sus hijas Ana, Ángela y Paula.

Sólo lamentamos que Aragón le haya concedido una medalla a título póstumo. Debían habérsela entregado en vida. Se lo merecía.

Lo que no se merece son algunas dedicatorias de cierta prensa derechista muy afin a los sindicatos amarillos (verticales) de cierta época realmente olvidable.

Vaya con su mochila recorriendo ese espacio etéreo.
 

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