Es lo que se busca, por encima de
todo, y es por lo que más se dejan oír, no siempre con
razón, los sindicatos, a lo largo de todo el año y de todos
los años.
Pues bien, esta seguridad en el trabajo, parece que, empieza
a faltar en el CETI para sus empleados, y a partir de aquí
habrá que hacer varias preguntas:
¿Por qué?.¿Es que los empleados del CETI van a tener que
estar expuestos a posibles altercados de gentes que llegaron
un día, no se sabe como, se alojaron o se les dio
alojamiento aquí y ahora se han convertido en un peligro
público?. Eso hay que solucionarlo ya. Ceuta está pagando
demasiado cara su situación geográfica.
No me lo explico, como no me explico casi nada de lo
referente a los “transfronterizos – sin papeles” y todo lo
que rodea a este tipo de inmigración clandestina.
Creo, repito, que Ceuta está pagando un peaje demasiado
elevado por su situación geográfica, pero lo lamentable
sería que por “admitir” a ciertas personas que no se sabe de
donde, por qué y a qué vienen, algún trabajador fuera a
correr un riesgo grave. Eso sería intolerable.
Y eso hay que controlarlo, como se debiera tener un control
riguroso de quienes viven en el CETI, qué hacen a diario y
cuales son sus actitudes y comportamientos.
Todo lo demás es propaganda barata que espero y deseo no
paguemos demasiado cara, por algún tipo de amotinamiento o
por las actuaciones de unas gentes que nos están costando un
riñón y no quisiera que nos hicieran pagar, además, con
alguna vida.
Veo en la página 2 de El Pueblo de Ceuta, en la edición de
ayer, martes 22 de septiembre, que:” Los empleados del CETI
temen por su seguridad debido a un posible amotinamiento”.
La situación es clara, como claros son los incidentes que
han protagonizado en la Ciudad, especialmente, delante de la
propia Delegación del Gobierno, en días pasados.
Ni lo entiendo, ni lo comprendo, ni lo voy a aceptar que se
estén riendo, delante de las propias narices de la máxima
autoridad gubernamental y que aquí no pase nada, o se
permita que estos anden por la ciudad, como andan, pudiendo
ser un peligro para parte de la población de Ceuta.
Se dice, en la completa información que sobre este asunto
nos da Paula Zumeta, que los 90 trabajadores del CETI
aseguran que desde marzo sufren “agresiones físicas” y
verbales.
Sencillamente bochornoso, y más bochornoso es que no se
hayan tomado medidas o no se tomen ya, expulsando de aquí a
esos sujetos o poniéndolos a buen recaudo, para mantener a
salvo la seguridad del centro y, por ende, de la ciudad.
Y ahora entra en juego UGT, y me parece bien, pero que entre
con todas sus consecuencias y no para aparecer en los
“papeles”, únicamente.
Y es que, se dice que el sindicato UGT pretende elevar la
denuncia “a nivel nacional”, porque en Ceuta “se está
haciendo caso omiso” de esta situación.
Me parece bien que actúe en esos términos UGT, y me cuesta
trabajo pensar que no se atienda una situación como esta,
con todas las consecuencias, Y es que si ello fuera como lo
expresa UGT, sólo habría un camino para solucionarlo, por el
camino más justo, con la dimisión de quien esté dejando
continuar algo tan peligroso.
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