Es de lo que nos vamos a acordar en el futuro sobre este
encuentro, que se ganó, que no hubo apuros en ningún
momento, que el Ceuta marcó dos goles, que no se encajó
ninguno y, si acaso, que no fue el mejor de los partidos que
puede jugar este Ceuta, confeccionado para estar arriba a lo
largo de la temporada.
Dos partes diferentes
No se pueden comparar la primera y la segunda mitad, con más
juego y mejor asentamiento visitante en el primer tiempo,
mientras que en el segundo, los cambios efectuados por el
técnico visitante fueron el acicate para que el Ceuta fuera
superior, controlara más el encuentro y al final se quedara
con los tres puntos.
En el primer tiempo no hubo goles y además el Ceuta no tuvo
demasiadas oportunidades para lograrlos. El Caravaca
inquietó más, pero tampoco creó peligro, de verdad, ante el
marco de la A.D. Ceuta, por lo que al descanso se llegaba
con 0-0 en el marcador y así se esperaba mejor resultado
para el segundo tiempo.
Dos goles en doce minutos
Es el resumen que mejor refleja lo que hubo a lo largo de
los 90 minutos. Eso es lo más importante de todo el
encuentro, el que en el cuarto de hora final, primero David
Cañas y más tarde Javi Navarro sentenciaron este choque que
parecía tener el aspecto de ser de “cero cerismo”.
Nada que objetar a los tantos y menos que objetar a la
entrega del equipo, que si en el primer tiempo no sabían
bien donde estaban, en la segunda mitad, poco a poco, fueron
cogiendo el aire, de verdad, hasta sumar los tres puntos que
colocan al Ceuta en una situación un poco más cómoda y más
optimista, cara a lo que busca, desde el comienzo del
campeonato.
Ocasión en el descuento
Es curioso, pero en el descuento, en uno de los cuatro
minutos que prolongó Arroyo Cortés, pudo aumentarse la
goleada, cuando Javi Navarro, que ya había anotado el
segundo gol, estuvo a punto de volver a marcar lo que
hubiera sido el tercero de la cuenta del equipo blanco.
Se quedó en ocasión, sólo en eso, pero se dejó claro que
cuando un equipo no venga a cerrarse a ultranza, de aquí es
muy difícil que se escapen más puntos ya.
Y es que en cuanto el Caravaca abrió sus líneas, aunque el
ataque ceutí no andaba fino, llegaron los dos goles y pudo
haber llegado otro más. Es lo que hay cuando un equipo sale
a algo más que a competir y el Ceuta de esta temporada
además de competir tiene que buscar y lo está buscando, ser
de los de arriba. Sin remisión.
Semana movida
Pasado mañana habrá otro encuentro, frente a otro de los
conjuntos murcianos. El Ceuta visitará la cancha del
Jumilla, sin apenas tiempo para nada más que para viajar a
la comunidad murciana.
Pero es que, ese mismo día, antes de ese encuentro, a la una
del mediodía, el Ceuta entrará en el bombo copero, para ver
cual de estos grandes le cae en suerte: el Madrid, el
Barcelona, el Valencia, el Atlético Madrid, el Sevilla o el
Villarreal.
Todos son atractivos, pero alguno de ellos lo será mucho
más. Es cierto que cualquiera de estos nos servirá para
recordar aquellos tiempos pasados que nos quedan ya
demasiado lejanos y que casi hemos olvidado, cuando nos
visitaron el Mallorca, el Betis o el Málaga.
Ahora en el deseo de todos está el que sería un regalo de
Reyes anticipado, el Real Madrid, por ejemplo.
El propio presidente de la entidad ceutí, José Antonio
Muñoz, en declaraciones a la Agencia EFE se mostraba
ilusionado con que fuera el equipo blanco el que cayera en
suerte. Ya veremos.
El árbitro sevillano
Dirigió el pasado sábado el choque de Alfonso Murube, entre
el Ceuta y el Caravaca, el colegiado sevillano Arroyo
Cortés.
Éste es un árbitro joven, al que se le escapan demasiadas
cosas, además de que “tira de cartulina” a las primeras de
cambio, como lo demuestra el que en un choque en el que no
tuvo ningún tipo de brusquedades mostrara nueve cartulinas
amarillas, una de ellas la segunda al visitante Campillo que
se tuvo que ir a la ducha en el minuto 82.
Tantas cartulinas se dejarán notar el día que meno falta
haga. Somos partidarios de que haya cartulinas en jugadas de
brusquedades, pero no en jugadas tontas, sin ningún tipo de
peligro.
Ahora, un triunfo en Jumilla le llevaría al Ceuta a tres
victorias seguidas y a colocarse muy cerca de lo que se
esperaba, desde el principio y si ese mismo día caen el
Madrid o el Atlético de Madrid, por poner dos ejemplos,
sería la jornada perfecta.
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