Lo que a mí me parece el resultado de una excelente campaña
de márketing para nombrar a una discoteca, a otros les
parece una provocación. Este bendito país apostólico y
romano en su historia contemporánea y aconfesional desde que
expiró Franco está perdiendo sus canciones de ‘Libertad sin
ira’ y cede siempre a cuento de los progres y todos sus
parásitos. La Meca, lugar de peregrinación obligatorio para
los musulmanes, puede no ser sagrado para el resto de sus
semejantes, especialmente para aquellos que habitan países
occidentales que, en su gran mayoría, han superado los
temores y rémoras de la religión y que se rigen por una vida
de gracia gestionada mediante valores que, en su mayor
parte, recoge el Antiguo y Nuevo Testamento y que se regulan
mediante leyes. De la misma manera que sobre el Casino de
Ceuta se hospeda ‘El Cielo’ cristiano, por qué no podría
haber una Meca en Murcia. De la misma manera que hay
discotecas con motivos de galeotes, cowboys, templarios o
Budas, también puede haber otras que recreen un santuario
árabe. Les guste o no a los musulmanes, su manera de
entender religiosamente la vida choca de frente con las
sociedades del mundo desarrollado, que se basan en una
cultura caliente y sin tapujos. Si como ya hacen, los
musulmanes quieren arraigar en países europeos, lo primero
pasa por aceptar las costumbres de áquellos y adaptarse al
entorno mediante el aprendizaje de la lengua y sus
costumbres, y no por cambiar las reglas de la casa cuyo
techo les acoge. Así lo han hecho muchos en Ceuta que, tras
generaciones viviendo en España, limitan ya la religión a
una circunstancia más de sus vidas y no la hacen motivo de
disputa y existencia. Para más inri en todo esto, los
empresarios murcianos han recibido las ya acostumbradas
amenazas del brazo paramilitar islamista; el canguelo les ha
llevado a prescindir de su idea original, a hacer de su
márketing un churro y a retirar la luna del tejado. Según la
Policía, consta en Comisaría una denuncia del Dalay Lama,
que exige sus derechos de imagen en el Poblado Marinero o un
cierre inmediato del local.
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