Buen tiempo para ir con la moto a
Barcelona. Los treinta kilómetros que separan la capital de
Catalunya de mi ciudad de residencia los cubro en un
suspiro.
La capital es otra cosa. Tan llena de motos que paso
desapercibido.
He estado invitado por el Departamento de Acción Social y
Ciudadanía de la Generalitat de Catalunya a las Jornadas
sobre “Les polítiques d’inclusió social a Europa i a
Catalunya. Una perspectiva comparada”, título en catalán que
no necesita traducción por ser fácil de comprender ¿sí?
Antes de que empiecen las mencionadas Jornadas –dicho sea de
paso, dispongo de un diploma que acredita mi participación-,
saludo a Carme Capdevila, consejera de Acción Social y a
Carolina Homar, directora del Instituto Catalán de
Asistencia y Servicios Sociales, así como al profesor Jordi
Estivill, ahora metido en el Observatorio Catalán de la
Pobreza, la Vulnerabilidad y la Inclusión Social.
En estas Jornadas han participado, entre otros, y expuestos
sus planes los siguientes:
Frank Van den Branden, del Departamento de Bienestar y
Sociedad del Gobierno de Flandes, con pretensiones de clavar
una pica en la sensibilidad de los catalanes.
Paula Pamplona Ramos, directora general de Solidaridad y
Seguridad Social, presidenta del Instituto de Acción Social
de las Azores y otros muchos cargos. Expuso más o menos lo
mismo que el flamenco.
Cerró el ciclo de ponencias, la directora general de Asuntos
Sociales y Cooperación para el Desarrollo del Gobierno Foral
de Navarra, Marta Álvarez, la única que expuso la gloria,
por decirlo de alguna manera, que alcanzan los navarros con
la mínima expresión de exclusiones sociales y bajos niveles
de pobreza. En otras palabras, que su Comunidad Autónoma es
la más rica del país.
La subdirectora general de Programación y Evaluación del
Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales, Pilar
Solanes, habló largo y tendido de los problemas sobre la
inclusión social y los altos índices de pobreza alcanzados.
Culpando a la crisis del fracaso de los planes desde 2006
hasta 2009.
Me toca el turno de formular preguntas. Bueno preguntas no,
una sola pregunta porque se quedaron “atascados” para
responderla.
Digo “Me parece muy bonito todo lo expuesto a lo largo de
las Jornadas, pero que sería formidable que todos los
esfuerzos que se realizan, para evitar la exclusión social y
realizar la lucha contra la pobreza, estuvieran enfocados
hacia el propio Sistema económico, político y social del
país.
Con despidos libres, recortes de salarios, congelación de
pensiones, aumentos del IVA, y de otras cosas… ¡casi todos
los jubilados excluidos socialmente y metidos en el
pantanoso terreno de la pobreza!, con excepción de los
jubilados bancarios y políticos, supongo.
Millones de ciudadanos y ciudadanas en paro y en la calle
por culpa de los despidos y de los desahucios y arrinconados
en la alberca de los olvidados.
Un Sistema que ayuda económicamente a los que más tiene
(bancos) y nada a los que menos tienen (desahuciados)
¿Cómo quieren que luchemos contra la exclusión social y la
pobreza si es el propio Sistema el que las fomenta?”.
Lo único que se le ocurrió al profesor Estivill, moderador
del debate, es contestarme de que en ese momento no tenían a
nadie del Gobierno en la sala para que me contestara
adecuadamente y que si sería tan amable, yo mismo, de
trasladar la pregunta al propio Gobierno (sic).
Bueno, sinceramente creo que esas Jornadas sólo han servido
para sentar posturas encontradas de cara a las próximas
campañas electorales que se avecinan. Es mi opinión.
Y como es mi opinión… aquí está.
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