Por si era poco lo que, en
determinados momentos, alborotan frente a la mismísima
Delegación del Gobierno, ahora parece que las discrepancias
y rencillas entre ellos pueden llegar a alterar la situación
en el mismísimo CETI.
Esto empieza a ser un “viaje sin retorno”, del que no sé
como se podrá salir, pero que de una manera o de otra será
Ceuta la que salga mal parada, “sin comerlo ni beberlo”.
Veo en la página 7 de nuestro diario El Pueblo de Ceuta, de
ayer sábado, 18 de septiembre, varias secuencias en las que
aparecen inmigrantes, de los “sin papeles”, que resumen un
poco cual es la situación y, sobre todo, cual es la posición
que algunos de ellos vienen tomando.
En una primera secuencia aparecen unos inmigrantes, ante la
Delegación del Gobierno, tras haber sido puestos en
libertad, por orden de la jueza.
En esta secuencia, con poco más de media docena de
subsaharianos, se muestra la breve parada en la Plaza de los
Reyes, en la que hubo griteríos y reclamos a la Delegación
del Gobierno.
Y la pregunta que todos debemos hacernos es ¿Qué
reclamos?.¿Qué han puesto aquí estos subsaharianos, a parte
del desorden en ciertos momentos?. ¿Quién les llamó para que
vinieran, precisamente, a Ceuta y qué creían que iban a
encontrar aquí?.
Una segunda secuencia nos presenta a tres subsaharianos
frente a la Comisaría de Colón, donde se asentaron algunos,
exigiendo una situación que, cada vez , parece más
insostenible.
Pero, volvemos a las preguntas ¿Exigir qué y por qué?. Hay
que regresar a lo mismo de antes y es que anteriormente a la
llegada de éstos a Ceuta aquí había una tranquilidad que, en
parte, ellos han “deteriorado” y que deteriorarán más si
vienen con exigencias a las que no hay que ceder.
La tercera secuencia marca las carreras de una veintena de
inmigrantes por la ciudad, en su regreso al CETI. Gritos,
insultos y gestos agresivos, provocando a más de un ceutí.
Hasta aquí hemos llegado y de aquí no se puede pasar nada,
por lo que no debe demorarse la expulsión de los
alborotadores, especialmente, que flaco favor le están
haciendo a Ceuta y cada día le crean más conflictos.
Por último y como colofón, hay otras dos secuencias en las
que aparece la Policía, tras haber sido avisada de un motín
en el comedor del CETI.
Fuentes muy cercanas al CETI han indicado que los
camerunenses habían comenzado una pelea con los nigerianos,
cosa que quedó resuelta, incluso antes de la llegada de la
Policía.
El ambiente está muy caldeado, la situación es de “calma
tensa” y más se puede caldear si no se corta esto por lo
sano y de forma ejemplar.
Ceuta no puede cargar con una tara como la que está
soportando desde hace tiempo, con gentes llegadas no se sabe
de donde, ilegalmente y que nada positivo han aportado,
hasta ahora y que están creando altercados, problemas y
muchos gastos.
Y la “corona” la acaban de poner tras recorrer a pie, una
treintena de inmigrantes, la distancia entre el Palacio de
Justicia y el CETI.
Quienes siguieron de cerca esta “procesión” hablan de una
situación dantesca con gritos y acoso a los ciudadanos que
se encontraban por el camino. Incomprensible e intolerable.
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