Hacía tiempo que yo no pegaba la
hebra con Juan Manuel Doncel. Nunca antes, desde que
él pertenece al equipo del gobierno local, había existido
entre nosotros un período de tiempo tan largo sin decirnos
ni pío. Creo que hemos estado casi un año sin cruzar
palabra. Y no tuve el menor inconveniente en recordárselo el
miércoles pasado, mientras disfrutábamos de un rato de ocio
entre conocidos.
Juan Manuel Doncel es un tipo serio. A quien le cuesta un
mundo contar nada. Por tal motivo, yo suelo decir de él,
cuando me apetece, que hay que preguntarle mil veces para
conseguir que te dé una pista insignificante de cualquier
asunto. Forma parte, sin duda, de los políticos a los que
hay que sacarles las respuestas con sacacorchos.
El otro día, es decir, el miércoles, lo primero que le dije
a Doncel, a ver si tirándole de la lengua ésta se le
soltaba, que hacía muy mal en airear que no había decidido
aún si iba a continuar ejerciendo la política activa, pues
tenía previsto reflexionar al respecto. Incluso me arrogué
la facultad de recomendarle que dejara de pronunciarse así.
Por creerlo inconveniente para sus intereses. Pues bien, ni
pestañeó. Siguió con su mutismo a cuestas y ni siquiera me
respondió lo que yo esperaba, a pesar de que Doncel sea
persona muy educada, que me mandara allá donde el viento da
la vuelta.
Juan Manuel Doncel es consejero de Fomento. Una consejería
compleja a más no poder y donde a su titular lo están
mirando continuamente con lupa. Él sabe que cualquier desliz
puede servir de excitación a los francotiradores que andan
emboscados y deseando ajustarle las cuentas. Y Doncel,
siempre tan callado y tan prudente, lo que no ejerce es de
tonto como para ponerse a tiro.
De lo que más habla Doncel es de fútbol. Le encanta. Y si la
conversación gira en torno a la Asociación Deportiva Ceuta,
entonces miel sobre hojuelas. Es cuando el consejero de
Fomento no tiene el menor reparo en hacerse con las riendas
de los comentarios y olvidarse, créanme, de que hay
contertulios esperando turno para intervenir.
Por lo tanto, confieso que me ha extrañado leer en este
periódico la entrevista que Juan Manuel le ha concedido al
Programa Hoy por Hoy Ceuta de la Cadena Ser. Si bien he
pensado en que ya le tocaba al secretario general del PP
usar el protagonismo que le pertenece por el cargo que
ostenta. Ya le tocaba a Doncel salir a la palestra para que
mucha gente supiera quién está al frente de la secretaría
general en teniente Arrabal. Y lo ha hecho con unas
declaraciones basadas en la seguridad de saber que Juan
Vivas volverá a obtener una mayoría absoluta en las próximas
elecciones locales. Y será así, según Doncel, porque los
nueve años de gobierno de Vivas han sido exitosos. Y porque
la ciudad está de bonita que no se puede aguantar. Lo de que
no se puede aguantar lo digo yo. Y en cuanto a los errores
cometidos por el Gobierno, durante casi una década, también
pienso que son suficientes para que el presidente decida
tomar cartas en el asunto. Sobre todo en los
correspondientes a las personas que hayan podido meter las
manos en la caja. Lo cual está pidiendo a gritos una
reparación. En cuanto a la visita de Rajoy a Ceuta,
hay que darle la misma importancia que cuando éste se deja
ver en Bilbao, Barcelona o Pontevedra. Pues don Mariano
llega a su casa.
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