Actualmente, según informó la SER, más de 20 imames
marrroquíes salafistas están bajo sospecha e investigados
por el centro nacional de inteligencia (el CNI) y la
policía. Los servicios de información del estado tienen
constancia de que estos imanes han constituido grupos de
control que actúan como “policía religiosa” como ocurre en
Arabia Saudí.
Policialmente se les acusa de promover discursos que incitan
a la Yihad, lo que ellos califican de “Guerra Santa” y de
establecer conductas extremas para las mujeres. Hay
constancia policial de que les obligan a llevar el niqab, de
que les prohíben salir solas a la calle, de trabajar para lo
que ellos denominan “infieles” y de que acudan a clases de
formación.
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