Conforme avanza el mes, avanza el
cambio climatológico con temperaturas más suaves, tirando a
frías por las noches.
Anoche fue la primera noche que me metí debajo de las
sábanas. La colcha deberá esperar aún.
Costará aceptar el cambio de opinión de Castro (Fidel).
Ahora declara que es el capitalismo el que no sirve…
Costará aceptar las palabras de Obama, presidente de los
EE.UU., que no luchan contra el Islam. El yihadismo… ¿es
otra cosa?
Costará olvidar a algunos miembros de la Iglesia Católica
con sus 475 violaciones de niños (la iglesia belga) y el
consiguiente soponcio que nos da saber que un arzobispo, que
reconoció abusos, recibirá una pensión de 2.800 euros…
Costará no reírse cuando La Moncloa reconoce que le han
suplantado su cuenta en Twitter.
Costará lo indecible evitar que la picaresca se instale en
nuestras empresas con la nueva reforma laboral…, Don Simón
aprovecha la coyuntura y despide a trabajadores sacando de
esta manera un buen jugo a la reforma.
Costará crear empleo, por lo que se adivina y se ve, con
esta reforma laboral que le saldrá bastante rana al
presidente del país.
Costará condenar al jefazo de la CEOE en serio. Una pequeña
condena laboral, en la que debe pagar de su bolsillo a un
empleado de su ex compañía aérea, no lo arruinará…
Costará entender el por qué de tantos suicidios en France
Telecom en una ola imparable.
Costará quitarle de la cabeza, que no de los cojones, al
reverendo Terry Jones sus descabelladas ideas de quemar
libros inofensivos…, aunque su propia hijita le pida no lo
haga. Se quemará el tío, el solito, por completo.
Costará arreglar las cuitas entre mi admirada Scarlett
Johanson y Gwyneth Paltrow dentro de los platós
hollywoodenses pero fuera de las escenas fílmicas,… las
transforman en bíblicas.
Costará aceptar que un mediador de conflictos armados como
el sudafricano Brian Curri, sea tan optimista sobre ETA y no
lo sea cualquier político español, al menos de los dos
grandes partidos.
Ignoro si se estará forrando con su participación. Mucha
competencia para el Nobel veo.
Bueno, dejemos lo de costará y vayamos a lo nuestro.
Bravo por Fernández Chacón. Hacer cumplir la Ley de
Extranjería no es moco de pavo. Se enfrenta a dos filos
demasiado cortantes. Los doscientos son demasiado y hay que
cortar lo que muy bien denomina “efecto llamada”.
Volviendo al pastor supuestamente coranicida en ciernes,
poco hemos de vacilar para entender su postura, pero me
pregunto… ¿Quién está loco? Si el pastor Jones con su idea
de quemar los libros que representan el Corán, pero que aún
no los ha quemado (lo escribo el viernes), o una inmensa
mayoría que se pasa de la raya, quemando banderas de paso y
haciendo muertos entre ellos, cuando ni siquiera se ha
acercado una cerilla a ningún libro.
Insisto, la religión en general, o sea el mundo religioso
(lo mismo da que su símbolo sea una cruz, una luna o un
señor gordito sentado en la postura del loto y siempre
sonriente) está lleno de cretinos capaces de convertir un
grano de arroz en una bomba termonuclear mediática que,
esperemos, no se convierta en física y química.
Entretanto, dentro de este tira y afloja pastoril, un
“multimuchimillonario” llamado Donald Trump quiere comprar
el terreno donde se proyecta el centro islámico (la
tristemente famosa Zona Cero) de Nueva York porque “…acabará
con una situación muy seria, INCENDIARIA y altamente
conflictiva que empeorará las cosas…”. Razón no le falta, la
polémica se está volviendo muy agria.
Otra cosa curiosa: Japón tiene más de doscientos treinta mil
ancianos mayores de 100 años que siguen cobrando su pensión
religiosamente. El truco está en el ocultamiento de
cadáveres por parte de los familiares de la mayoría de esos
ancianos… ¡todo sea por el yen!
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