La familia del pequeño David de María, de 4 años de edad,
pide “más seguridad” en la zona de parques infantiles de los
bajos de la Marina, donde su hijo fue arrollado por una
bicicleta que conducía otro menor el pasado viernes. Las
heridas que el pequeño, “psicológicamente hecho polvo”,
tiene en la frente, la nariz y en el párpado de uno de sus
ojos “le van a dejar cicatrices”. La familia de David de
María ya ha denunciado a la Ciudad para reclamar la
seguridad “que es necesaria” en la zona.
Ocurrió el pasado viernes en el conjunto de parques
infantiles de los bajos de la Marina, como comunmente llaman
los ceutíes a esta zona. Juan Manuel Valenzuela y su esposa
habían llevado a su hijo, David de María, de 4 años de edad,
a jugar a dichos parques “como otras tantas tardes”. Todo
estaba “tranquilo” hasta que, alrededor de las 19:30 horas,
el pequeño David, que conducía su patinete infantil con
manillar en el parque de suelo engomado de la zona, fue
“arrastrado”, al salir de dicho parque hacia el contiguo,
por otro menor “de unos catorce años” que bajaba con su
bicicleta desde una de las rampas especializadas para estos
vehículos del mencionado parque colindante, adecuado para
niños de mayor edad.
David “cayó de espaldas, se golpeó la nuca contra la calzada
y comenzó a sangrar a borbotones”. Inmediatamente, según
relata el padre del pequeño, “los otros menores del lugar
llamaron a una ambulancia que, tres minutos después, todavía
no había hecho acto de presencia”. “Ni siquiera llegamos a
escuchar la sirena, por lo cual optamos por ir directamente
y lo más rápido que pudimos al Hospital Universitario”
declara Juan Manuel Valenzuela, que añade que “allí, nuestro
hijo, que del impacto incluso se había orinado encima, fue
por fin tratado después de que su ropa, completamente
empapada de sangre, hubiese de ser cortada para poder
facilitar la intervención”.
La familia del pequeño David de María denunció ayer a la
Ciudad a las 14:25 ante la Policía Local y, según asegura su
padre, mañana lunes “vamos a ir, vía abogado, a agilizar el
proceso contra la Ciudad como responsable de las
instalaciones”.
Más seguridad
“Nosotros lo que queremos es más seguridad para este parque
tan concurrido” explica Valenzuela, que señala que “no hay
ninguna separación entre la zona de los niños y la de los
adolescentes y adultos; por eso las bicicletas de todas las
edades se juntan en el mismo espacio de manera tan
peligrosa”. De la misma manera, especifica que “sabemos que
hay un vigilante en el parque, pero es un único vigilante
para toda la zona, que es muy amplia y suele estar llena de
niños”.
“Mi hijo está psicológicamente hecho polvo tras este
accidente, y no quiere saber nada ni de parque ni de patín”
declara Valenzuela, que añade que “las heridas que David
tiene en la frente, en la nariz y en la zona del párpado de
uno de sus ojos van a originarle cicatrices de por vida”.
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