Si presumen ustedes de ser
políticamente correctos y comulgar con el “pensamiento
único” imperante han de coincidir conmigo y con todos los
espíritus puros y los profesionales de la buena conciencia
en que, el otrora héroe Jesús Neira, es hoy por hoy el más
malo de España.
Peor todavía que el asesino múltiple y ex alcalde de
Marbella, cuyas llaves de las arcas poseía en exclusiva para
saquearlas, Juan Antonio Roca. ¿Qué dicen ahora? ¿Qué los
Malayos son más peligrosos que los terroristas porque les
piden más años de cárcel? Sí. Y encima tienen derecho a
juicios paralelos para ahorrar a los jueces las
incomodidades de dictar las sentencias, con que enchufen
Antena 3 ya tienen fabricados los hechos, los fundamentos de
derecho y el fallo. Pero Jesús Neira es más malo todavía, es
el Supermaloso Mayor del Reino. Y le han echado de su puesto
en la Comunidad de Madrid. Por perverso.
Servidora de ustedes pensaba hasta estos momentos que, los
delitos económicos, tan duramente penados en España como el
terrorismo más abyecto, eran el colmo de la iniquidad, el
summun de la degradación humana, el horror en estado puro.
De hecho, los niños de hoy en día no tienen pesadillas con
11-S u 11-M, sino que deliran con los “cocos” de las
comisiones ilegales y las recalificaciones y sus
consiguientes baños de sangre y de vísceras. ¡Que yuyu!.
Pero hay cosas peores e infinitamente más indignas. Como el
dar positivo en un control de alcoholemia cuando se ha
tomado una copichuela que ha reaccionado mal con los
antidepresivos y los medicamentos neurológicos. ¿Cabrá mayor
degeneración? De hecho, la respuesta del rechazo más
absoluto ante la conducta del ex héroe que estuvo a punto de
morir por defender a una mujer maltratada, la reacción
fulminante de los políticos ante el “positivo” en
alcoholemia, estigma donde los haya y oprobio absoluto, esa
uniformidad en “la repulsa, el rechazo y la condena” hacia
Neira no es más que un síntoma de lo vigoroso, auténtico y
saludable que es nuestro actual sistema democrático. Con los
políticos, tan auténticos, coherentes y talentosos. Y con
ese carisma especial de quienes adolecen absolutamente tanto
de sentido del ridículo como de incómodos principios
morales.
¿Qué gruñen ahora con expresión de haber esperado un abrigo
de visón y recibir en cambio una estola de pelo de ingle de
rata polar nórdica? ¿Qué que pasa con ese “profesional de la
juventud” que es Nachito Ugarte el presidente de las Nuevas
Generaciones Geriátricas del Partido Popular? ¿Qué el
jovencísimo treintañero también se estrelló con un coche
yendo borracho y encima le hicieron homenajes? Normal. Nacho
Ugarte no es Jesús Neira. En primer lugar Nachito tiene la
candidez de su extrema juventud y seguramente aprovecharon
su inocencia para emborracharle, porque la noche es muy mala
y todos conocemos los problemas que encuentran los
adolescentes cuando desobedecen a sus padres y a sus
maestros. Jesús Neira no es cándido ni inocente y encima,
después de la agresión sufrida y del coma, no se calla ni
debajo del agua y dice lo que piensa. Es decir que es tan
hijoputa que no respeta las normas del pensamiento único y
como se le quebró la sesera ha perdido el miedo y va en plan
numantino, es decir, jodiendo a los cobardes y a los
acojonados, es decir, a todos, los de un lado y los del
otro. ¿A que es malísimo y terrible?
¿Cómo se atreven a compararle con el jovencísimo Nacho
Ugarte que empieza a salir del cascarón el angelito de Dios?
Además Jesús Neira es catedrático con la excelencia ganada a
pulso y a fuerza de codos, mientras que Nacho Ugarte tiene
la modestia y el buen tono de no ser doctor en nada, creo
que tampoco licenciado y cuando le nombran la palabra
“excelencia” se cree que es el trato que se le da al Jefe
del Estado. Y encima presenta la deliciosa característica
de, a los treinta años, cuando los españoles andan ya
reventados de trabajar porque han acabado la carrera o la
formación a los veintitrés años y algunos son ya padres de
familia y todos están llenos de responsabilidades, él, no ha
hecho más que ser el Presidente Geriátrico de las Nuevas
Generaciones del PP, es decir de los jóvenes populares.
¿A que es un maravilloso ejemplo para todos los jóvenes de
Síndrome de Peter Pan y de prolongación hasta el infinito de
la adolescencia? ¡Que monería! Por eso si se espamplonea
conduciendo borracho hay que premiarle y “arroparle”, de
hecho, todos los lideres del PP, que deben ser más tontos
que Nachito, en lugar de darle de collejas y ponerle en la
puta calle para que se busque la vida como todo quisque,
sustituyéndole por una “auténtica” joven promesa de, como
mucho, veintitrés años y con un expediente académico
espectacular, todos los líderes se deshicieron en zalemas
para consolarle tras la tajada . Pero es que Nacho Ugarte es
un gran experto en el arte de agitar el botafumeiro a
Mariano Rajoy, doctorado en tiralevitas y capaz de
despellejarse estoicamente las manos para aplaudir las
ocurrencias de cualquier político pepero, diga lo que diga,
porque le va el pan en ello.
Jesús Neira no es tiralevitas sino rompepelotas. No es la
voz de su Amo sino que tiene voz propia. Y no necesita hacer
la pelota para comer porque tiene una profesión. Amén del
doctorado en Supermaldad. Merece que le echen, que le
desfenestren y que abominen de él.
Hoy por hoy es el Malo-Malísimo de España. Peor que Roca,
Julián y la Pantoja.
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