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cultura - SÁBADO, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2010


El taller del herrero. reduan.

mercado medieval
 

Los mercaderes no dudan que estos días las Murallas “se llenen”

El gerente de ‘Fusión Medieval’, Miguel Martín, mira con buenas expectativas esta edición del Mercado Medieval pese al descenso de ventas, “de un 10 ó 15%”, en otras ciudades
 

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Más de medio centenar de carpas de antiguos oficios y productos artesanos ocuparon ayer el conjunto monumental de las Murallas Reales, desplegando así la alfombra roja al Mercado Medieval que vuelve un año más. Pese al descenso de ventas experimentado en otras ciudades españolas, de entre “un 10 ó 15%”, los vendedores ambulantes no dudan que este fin de semana los ceutíes “llenen” el recinto adecuado a la Edad Media, manteniendo buenas expectativas y reclamoº, tal y como anunció el gerente de la empresa ‘Fusión Medieval’, Miguel Martín.

Alrededor de ochenta carpas que ofrecen sus productos artesanos o muestran los talleres de oficio de antaño ocuparon desde ayer y hasta mañana el conjunto monumental de las Murallas Reales, que regresaron al pasado y guiñaron a la Edad Media.

Desde las primeras horas de la mañana, saltimbanquis, músicos, malabaristas y seres fantásticos como el fauno desplegaron la alfombra roja al Mercado Medieval, concentrando a portugueses, catalanes y madrileños. Un mínimo de 160 personas que se han desplazado hasta la ciudad autónoma llevando en sus cestas y canastos todo tipo de reliquias que pueden ser objetos para la memoria o instantes de gloria para el paladar. “Publicamos en nuestra página web los recorridos que hacemos por toda España y son los comerciantes los que se ponen en contacto con nosotros para, luego, seleccionar atendiendo a la demanda del mercado”, explicó Miguel Martín, gerente y coordinador de la empresa Fusión Medieval. Y como no podía ser de otra manera, la crisis también repercute en este tipo de iniciativas culturales y de ocio aunque, “con cariño”, son capaces, estos vendedores ambulantes, de combatirla. “Con los precios no se puede hacer gran cosa puesto que un orfebre mide su trabajo mientras que el comprador tiene una visión diferente del material. Entonces, lo que hacemos es graduar el número de paradas, es decir, en lugar de desplegar 120 puestos mantenemos el equilibro y reducimos, ya que las ventas han descendido entre un 10 y 15%”, apuntó Martín. Pese a ello, “no dudamos de que sea un llenazo completo porque ya hoy, siendo laborable, en cuanto ha caído el sol han comenzado a llegar cientos de personas”, advirtió Martín.
 


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